Jairo Yáñez, cuatro meses después de iniciar la Alcaldía de Cúcuta, se muestra asediado por unos enemigos que antes lo subestimaron.
El 24 de octubre del 2019, ni el cucuteño de a pie, ni los caciques políticos hubieran dado un peso por la victoria de Yáñez. No obstante, seis meses después de las elecciones, se han hecho todo tipo de acusaciones para cuestionar los votos que lo eligieron y la transparencia de su actual administración.
Entre los rumores y denuncias a través redes sociales y medios de comunicación tradicionales, se ha dicho que el Alcalde no ganó por los votos de opinión de los que se ha sentido orgulloso. Al contrario, se dice que William es quien maneja el Partido Verde en Norte de Santander, y en una estrategia en contra de Ramiro, le volteó decenas de miles de votos a Jorge Acevedo para favorecer a Yáñez. Ello significaría que fue un triunfo fríamente calculado.
Por otro lado, Jaime Vásquez, quien públicamente ha aceptado su cercanía a Ramiro, ha liderado una serie de denuncias de sobrecostos en diferentes dependencias de la Alcaldía. Como por ejemplo, sobrecostos en compras de elementos médicos, contratación de abogados y servicios de propaganda. Lo anterior, acompañado de suspensiones a secretarios y funcionarios del gabinete de Yáñez por parte de los entes de control. Se rumora que sus enemigos estarían planeando la revocatoria de su mandato el próximo año.
Sobre los anteriores señalamientos, me atrevo a lanzar mi hipótesis. Primero, no se me hace lógico que William, habiendo tenido la oportunidad de apoyar a otros candidatos con más “experiencia” como Marthey o Donamaris, se haya decidido por Yáñez. De igual forma, los números no cuadran. Yáñez ganó con 110 mil votos, demasiados para ser en su mayoría comprados.
Sobre los señalamientos de corrupción, no podría estar en contra de que se ponga la lupa a toda la contratación pública, incluyendo la Alcaldía de Cúcuta. Esperaría que la acidez y minucia de las veedurías “independientes”, no sean sólo para la Alcaldía. ¿O me van a decir que si en la Alcaldía están robando, en la Gobernación se quedaron los honrados? Si van a sacar trapitos al sol, ¡que los saquen todos!
En una vista panorámica, parece que hay dos bandos en este momento. En la Gobernación de Norte de Santander quedaron los dueños de las conocidas maquinarias políticas. Y en la Alcaldía quedaron los personajes que nadie se esperaba. Por obvias razones, si las maquinarias de siempre antes se repartían entre la Alcaldía y la Gobernación, ahora el motín les quedó a la mitad.
Alcalde, Cúcuta lo eligió porque usted nos vendió la imagen de que iba a luchar contra la corrupción como su amigo Rodolfo Hernández. Su imagen pública y el futuro de su proyecto político dependen de que salga a dar la batalla y le responda a sus enemigos. A ellos también les puede sacar trapitos al sol.