Con mucho gusto ofrezco una solución a la administración municipal, en especial a la Secretaría de Tránsito, en un tema que agobia a los conductores de la ciudad de Cúcuta, relacionado con la reducción significativa de la velocidad promedio en vías urbanas, debido al abuso e indisciplina de cientos de conductores que abandonan sus vehículos en todas las vías de la ciudad, pese a que existen señales horizontales y verticales que advierten la prohibición de estacionar en el sitio, pero muy a mi pesar, ante la ausencia total de uniformados, el estacionamiento preferido es el lugar en donde le plazca al potencial infractor.
Ese problema lo han tratado de controlar en muchas ciudades, aunque el éxito es notable en Medellín y Bucaramanga, por medio de unos elementos metálicos que son instalados en una de las ruedas del automotor para bloquear su movimiento, llamados cepos.
Es posible que algunos ciudadanos no les llame la atención la medida, pero personalmente me agrada y mucho porque es realmente jarto tratar de transitar en una ciudad tomada por fulanos que poco les importa y siempre critican, sea cual fuere la situación y además se indignan si alguien les manifiesta su inconformismo.
Al respecto, aclarar que la Ley 769 de 2002 estableció: “Artículo 127. Del retiro de vehículos mal estacionados. La autoridad de tránsito, podrá bloquear o retirar con grúa o cualquier otro medio idóneo los vehículos que se encuentren estacionados irregularmente en zonas prohibidas, o bloqueando alguna vía pública o abandonados en áreas destinadas al espacio público…”
Mucho antes de nacer el Código de Tránsito en 2002, ya existía el Decreto 1344 de 1970 en el cual se aprobó indirectamente el uso de los cepos, acción confirmada por el Consejo de Estado en una Sentencia del 9 de julio de 1998, aclarando que la instalación del cepo, no es una sanción sino una medida policiva. De igual manera, existen otros fallos de la Altas Cortes enfocadas hacia el mismo lado, confirmando lo anotado en el Concepto de la Oficina Asesora Jurídica del Ministerio de Transporte bajo el número 58505 del 17 de noviembre de 2006.
Resulta extraño que a la fecha, la Secretaría de Tránsito no tenga un verdadero plan para reducir o eliminar el mal uso de la vías, porque está comprobado que a punta de megáfono no se hace autoridad y no podemos esperar hasta el año 2050 para que los conductores entiendan que la ciudad es de todos y que no deben seguir siendo infractores anónimos.
Las medidas adoptadas por la administración para mejorar la movilidad no han servido para nada y en cambio, hay total desconcierto al observar cientos de visitantes que aunque quieran hacer las cosas bien, no les interesa porque acá nadie les dice nada y por eso, ellos aprenden a estacionar sus vehículos en un gran parqueadero llamado Cúcuta 2050, mientras tanto, los responsables siguen patinando y dudando en lo que se debe hacer en materia de movilidad y ese debe ser uno de los principales propósitos del próximo alcalde de una ciudad que no resiste la llegada de un encantador de serpientes o promesero para el año 2070.
En conclusión, la utilización de los cepos pueden ser parte de la solución para los indisciplinados conductores y el procedimiento para su uso, debe ser reglamentado por la administración.
