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Las ‘jugaditas’ de oposición
En Colombia le está costando la vida a los líderes sociales sus manifestaciones contestatarias. 
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Sábado, 29 de Febrero de 2020

La oposición es un derecho y hace parte de la esencia de la democracia. 

En los regímenes autoritarios los que disienten son perseguidos y muchos terminan privados de la libertad en las cárceles o muertos. 

O se ven reducidos a la clandestinidad, sin garantías para participar en las actividades públicas de interés común.

Las dictaduras consideran delito de opinión estar en desacuerdo con las decisiones oficiales y a toda acción de sus contrarios responden con represión, muchas veces a sangre y fuego para impedir expresiones de protesta. 

En Colombia le está costando la vida a los líderes sociales sus manifestaciones contestatarias. 

Los recurrentes homicidios son la prueba de que en algunos sectores del poder o del Gobierno se incurre en la intolerancia y por eso se acallan las voces de quienes se ponen del lado de las víctimas que buscan reparación y verdad.

Pero la oposición, claro está, también requiere de legitimidad y debe ejercerse con responsabilidad y la certeza de que se obra con razón. 

No se trata propagar infundios o versiones mentirosas con la finalidad perversa de confundir y aprovechar la pesca en río revuelto, como es la dedicación de algunos.

Y existe una oposición de pacotilla, perturbadora y carente de principios. 

la Está montada con el objetivo de buscar indebidos aprovechamientos. Sus pretensiones son negativas, de alcance individualista. Corresponde a la medida de la politiquería y la estrategia es distorsionar para provocar confusiones y así hacerse a condiciones que les de rendimientos de utilidad personal. Es lo que se está dando en Cúcuta frente a la administración del alcalde Jairo Yáñez, con la apuesta de que fracase para evitar los cambios que se necesitan en el Municipio en función de trazar un nuevo rumbo y mejorar la Administración.

Hay en Cúcuta un grupo empeñado en montarle dificultades a la gestión del alcalde Jairo Yáñez. No les conviene la erradicación de la corrupción. Quieren salvar ese entramado a toda costa y para ello acuden a las diversas formas de afectar la gestión del Ejecutivo, con artimañas de toda índole.

Cúcuta no se merece ese destino de postración y por eso debe promoverse la participación ciudadana en defensa de la renovación municipal, en la perspectiva del fortalecimiento de la Administración para los nuevos empeños. Se trata de hacer de Cúcuta un municipio donde la educación, la cultura, la salud, la convivencia, la optimación de la movilidad, encuentren el cauce correspondiente.

Hay que aceptar que el alcalde Yáñez tiene una indiscutible legitimidad y se debe respaldar su gestión si se encamina al cumplimiento de los cambios que se estiman necesarios para construcción de un nuevo municipio.

Y debe haber garantías para que la oposición tenga otras opciones. Pero que no sea el sabotaje ni la protección de privilegios dañinos.

Cúcuta debe entrar en una etapa de nueva dinámica, con amplio debate sobre sobre lo que se deba hacer. Pero este ejercicio debe basarse en ideas, proyectos y análisis que tengan el rigor del conocimiento, de la certeza y la honradez.

Puntada

La ONU le ha llamado la atención a Colombia sobre violación de la Derechos Humanos por parte de la Fuerza Pública del Estado. Eso no es para bravatas. Hay que revisar la situación y hacer los correctivos.

ciceronflorezm@gmail.com

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