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La malicia indígena
La prueba de que la cuarentena no es duradera la dio nada menos que la propia alcaldesa de Bogotá.
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Sábado, 30 de Mayo de 2020

Soy pesimista. No lo creo posible porque si por algo nos distinguimos los colombianos es por el desconocimiento de la obediencia, por la anarquía, por la falta de acatar las órdenes de las autoridades, por la famosa malicia indígena, que nos indicó, hace muchos años, que los conquistadores españoles lo que querían eran las indias y el oro y que la religión católica era apenas una disculpa para apoderarse de lo más ambicionado: El Dorado, que era un país donde todo, absolutamente todo, era de oro. Hoy en día siguen buscándolo porque ese tesoro no existía y era apenas una mentira para librarse de los invasores extranjeros.  

Por esa malicia es que no creo posible que la obediencia originada por la aparición de virus chino, que obligó inclusive a cancelar el campeonato de futbol y otras competencias, dure mucho tiempo. Inclusive que sobreviva durante unos meses, una vez pase el susto provocado por minúsculo organismo para el cual no se ha descubierto hasta ahora, ningún remedio distinto a lavarse las manos y  no darle besos  la novia. ¡Algo bien imposible!

La prueba de que la cuarentena no es duradera la dio nada menos que la propia alcaldesa de Bogotá, Claudia López, autora de varias medidas punitivas, quien fue sorprendida, junto con su amor, en un mercado capitalino a donde habían ido en pareja, violando las ordenes oficiales, a pesar de que la desobediencia puede ocasionarle multa por valor de un millón de pesos. Si la alcaldesa violo la ley, ¿qué se puede esperar de los ciudadanos de a pie, que no pueden siquiera asomarse  a la puerta de la casa?  

Los colombianos no somos  los cubanos, a quienes vi haciendo larga cola de una cuadra para comprar un helado o montar en unos vagones que convirtieron en  buses. Ellos llevan más de medio siglo soportando la dictadura de dos hermanos, que se repartieron el poder y se atornillaron en la Presidencia. ¡Es como si aquí estuviera en el poder uno de los hermanos Uribe!!

Las dictaduras no son buenas, así haya personas que apoyan una nueva reelección del “innombrable”, que quiso quedarse en la Casa de Nariño y pudo elegir a un acólito en el peor momento de la historia: cuando un minúsculo bicho amenaza con acabar con este mundo, como ocurrió con los dinosaurios.

Pero, repito, la obediencia no durará mucho. Es más: no llegará a diciembre. ¿Quiere apostar?   GPT

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