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La Constitución, fundamento de la paz
Bueno sería recordarles a las Farc, ciertas características de nuestro sistema democrático.
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Sábado, 3 de Junio de 2017

Dos artículos del acto legislativo que avaló el fast track, de la Corte Constitucional, declarados inexequibles, dio lugar a reacciones inesperadas o fuera de tono. Algunos dijeron que esa decisión puso en peligro el proceso de paz; otros argumentaron todo lo contrario. Manifestaron que la sentencia le había restituido al Congreso la capacidad deliberativa que, aparentemente, había venido perdiendo. Hubo, también, otros al parecer los más pesimistas que dijeron que la Corte había despedazado la paz. 

Al respecto de estas diferencias, debemos decir que el fast trackno es el procedimiento ideal, pero si el más cercano a lo conveniente. El desacuerdo está en las condiciones excepcionales que justifican su uso y en todo lo que significa agilizar los trámites legislativos. 

Bueno sería recordarles a las Farc, ciertas características de nuestro sistema democrático, que antes no habían reconocido ni aplicado y, ahora empiezan a asumir. 

Esa es una de las características de nuestra democracia, a las que tienen que ir acatando y acostumbrándose. Las vías de hecho, única forma como veían las cosas, deberán cambiarse por otras que aunque al principio pareciera no gustarles, vienen a ser las más convenientes para posibilitar los acuerdos. 

El llamado “mejor acuerdo posible”, firmado en Cartagena, posteriormente fue reemplazado por otro llamado “mucho mejor”, firmado en el Teatro Colón. Así las cosas, habrá de 

seguirse trabajando con las limitaciones que vayan surgiendo, hasta llegar a un final felizmente aceptable para todas las partes. 

No debemos olvidar que la característica más importante de nuestra democracia, es la separación de los poderes. Es el principal antídoto contra los grandes males del autoritarismo. Las decisiones de un poder, pueden y deben ser revisadas por otros. Así, el Congreso ejerce el control político, mientras que en la Corte, reside el poder constitucional. 

Comprendemos que para quienes han permanecido toda la vida sometidos a una “cadena de mando”, esto puede parecerles molesto y resultarles ineficiente, pero a eso se comprometió la guerrilla, con el cambio de las armas, por la participación en política. Deben reconocer que la cadena de mando se acabó y, que lo que viene ahora, vale cualquier esfuerzo y sacrificio, en aras del objetivo final: la consecución de la paz.

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