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Infraestructura en cuidados intensivos
La infraestructura hospitalaria del departamento registra 92 camas hospitalarias (pediátricas, obstetricia y adultos) por cada cien mil habitantes.
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Viernes, 18 de Diciembre de 2020

Cúcuta tuvo su primer pico por el virus SARS Cov2 en octubre y tiene uno mucho más pronunciado en este período de navidad, ante lo cual surge la pregunta, ¿porque tan seguido?

Un punto a resaltar en las consideraciones de población, que vamos a analizar, es que hay capitales como Bogotá, Medellín y Bucaramanga que no deben atender sino sus propios habitantes, mientras que Cali atiende los municipios del norte del Cauca, muy alejados de Popayán, y Cúcuta tiene una alta población venezolana legal e ilegal que no entra en las cuentas. Es decir, los datos del Norte de Santander que veremos son el escenario más optimista. Los números se obtuvieron de la base de datos del Registro Especial de Prestadores del Servicio de Salud y de las proyecciones de población del DANE. Los datos son departamentales, y comparamos Norte de Santander con Bogotá, Antioquia, Valle del Cauca y Santander, regiones que también han tenido o tienen altas cifras de infectados o muertes.

La infraestructura hospitalaria del departamento Norte de Santander registra 92 camas hospitalarias (pediátricas, obstetricia y adultos) por cada cien mil habitantes, que representan un 81% de la capacidad en Bogotá, un 86% de la de Antioquia, un 77% de al del Valle y solo un 72% de la de Santander. Éste último tiene el mejor registro entre los analizados, con 127 camas por cien mil habitantes, que a su vez solo es un 27% del promedio de los países de la OCDE, de la que tanto se enorgullece Colombia de ser parte. En camas de cuidado intermedio, con 7 camas cada cien mil habitantes, tenemos solo un 66% de las de Bogotá y un 68% de las del Valle, aunque estamos cerca de Antioquia (96%) y Santander (93%). Pero en camas de cuidado intensivo, con 10 camas por cada cien mil de habitantes, nos pone en un 68% de Bogotá, un 58% del Valle, un 71% de Santander, y el más cercano, Antioquia con un 91%. El mejor registro de 17 camas de UCI de Santander es un 50% menos de las de Estados Unidos y casi la mitad de las de Alemania. En quirófanos la situación es peor: Norte de Santander cuenta con 4 salas de quirófano por cada cien mil habitantes, representando apenas un 49% de los de Bogotá, 66% de Antioquia, 51% del Valle y casi la mitad de los de Santander (54%). 

Con una infraestructura insuficiente, los recurrentes picos de la pandemia llevan al colapso la capacidad médica del departamento, de la cual Cúcuta metropolitana representa un 70% en población. Y mientras Bogotá se apoya en municipios con buenos servicios de salud de la sabana, el Valle cuenta con varios municipios importantes y las áreas metropolitanas del Valle de Urabá y Bucaramanga están compuestas de municipios fuertes, Norte de Santander solo tiene a Cúcuta y a Ocaña, la cual, para efectos prácticos interactúa con el sur del Cesar. Y no es solo en salud. En el área metropolitana de Cúcuta, el sistema de acueducto es deficiente, el sistema de alcantarillado es insuficiente y el tratamiento de aguas servidas inexistente, el alcantarillado pluvial no existe, el sistema de gas natural es aislado y por eso insuficiente y muy costoso, la red de fibra óptica es muy básica y el sistema de transporte público es un caos viviendo la guerra del centavo. Esto nos ubica cada vez más como región nacional marginal, empobrecida y peligrosa, y sin clase dirigente que reoriente la ciudad al desarrollo. Existe una relación directa entre infraestructura y desarrollo, y la variable líder es la infraestructura.  Y, lo sabemos, el gobierno nacional no nos va a traer el desarrollo.

Los continuos eventos críticos que sufre al área metropolitana no son solo producto de la brutal incultura ciudadana, sino el resultado de no contar con un modelo de desarrollo, como no sea la politiquería local o la gracia de vivir al día.

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