Amables lectores: Inflación es un vocablo indicativo de desequilibrio económico, caracterizado por alza en precios y con aumento de costo de vida, acompañado de aumento circulante.
Al cierre de septiembre la inflación en Colombia sorprende al alza.
El índice de precios al consumidor (IPC) con un crecimiento de 072%, duplica las expectativas del mercado y cierre en este mes con una inflación anualizada de 5.53%.
Los renglones que más contribuyeron al alza fueron vivienda, alimentos y transporte. Su epicentro se ubica en el fenómeno del niño que produce escasez de productos alimenticios y por otro lado en el impacto de la devaluación que con el aumento del precio del dólar en pesos crecen los costos de los importados, como fertilizantes, indispensables para obtener una producción agrícola eficiente.
Constitucionalmente la Junta Directiva del Banco de la República tiene la obligación de aplicar las acciones necesarias para que en un periodo corto la inflación retorne a un rango entre un 2 y 4 por ciento.
Recordemos, dice el experto Henry Bradford, que el Banco Emisor (BanRepública), cuenta con el manejo de la tasa de intervención, como el principal mecanismo de política monetaria, para controlar la cantidad de dinero que circula en la economía.
En 5.25% es el actual nivel de tasa de interés o rendimiento, que les reconoce el Banco Central, a las instituciones financieras por recibirles dinero e igualmente el interés que les cobraría por prestarles dinero.
Estos recursos los usarían los intermediarios financieros para hacerles créditos a sus clientes.
Un aspecto muy importante que la Junta directiva debe analizar, para determinar esta tasa, es el crecimiento económico del país, teniendo en cuenta la influencia de variables de la economía mundial.
Ejemplo de esto es la caída de los precios del petróleo y materias primas, que desaceleran la economía colombiana con la gran incertidumbre que esto produce en nuestros empresarios.
Ya no se habla de crecimientos cercanos al 4% si no se afirman cifras entre 2.5 y 2.8% y aún inferiores.
Analizando solo este aspecto diríamos a priori que Banrepública debía disminuir la tasa de intervención para incentivar el consumo (mayor demanda de crédito) y así impulsar la economía. No olvidemos que “tu consumo es mi ingreso y que mi consumo es tu ingreso”.
Pero, cuidado, el otro aspecto a tener en cuenta al tomar la decisión de tasa, si al alza o a la baja, es el “nivel de inflación de la economía”.
Recordemos hoy la inflación están en un nivel de 5.35% superior al esperado por los analistas y que arriesga el no alcanzar la meta determinada por el gobierno.
La decisión de nuestro Banco Central no es fácil. Debe decidir entre frenar el consumo aumentando la tasa de intervención o disminuyéndola para dar un impulso adicional a la economía.
Con estas cifras de inflación y según un análisis de ANIF, el reajuste del salario mínimo legal que regiría para 2016, no debe superar el 6% pues mayores valores aumentaría el desempleo. Complicada mesa de concertación.
