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Impactos del coronavirus
Abarcan el aspecto mental, físico, emocional, laboral, social y, en general, a la economía mundial.
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Martes, 12 de Mayo de 2020

Amables lectores: Impacto es un efecto intenso que produce un suceso o noticia en el ánimo. Evidentemente los efectos provocados por la COVID-19 en la humanidad abarcan el aspecto mental, físico, emocional, laboral, social y, en general, a la economía mundial.

Estos efectos se han evidenciado en diversas situaciones vividas por un gran número de personas que no solo se han visto privadas de sus ingresos de subsistencia sino, además, han recibido una carga alcista en sus servicios básicos de agua, luz, telefonía y los productos de la canasta básica familiar, sin explicación alguna ni control por parte de los entes reguladores.

Con absoluta franqueza el columnista Adolfo Zableh Durán afirma: “Cállate y paga”. “A la hora de pagar recibos todo es un misterio. Con el coronavirus no se puede ir a un centro de servicios a reclamar, las líneas de atención están colapsadas y las sucursales virtuales tienen fallas”. “Cuando nos damos cuenta que algunas marcas han abusado con el alza de precios durante la cuarentena prometemos no comprarlas más. Para lograrlo nos tocará ir a vivir a una caverna, andar con harapos o vivir de la cacería porque, como estamos, nuestra única opción es pagar”. Algún senador dentro de sus múltiples mentiras afirmaba durante la cuarentena: “le he puesto el alma al servicio de mis electores”. Cordura senador, para poner el alma primero hay que tenerla.

El aspecto que marca una gran diferencia social no es el poder viajar por el mundo. Cualquiera puede hacerlo hoy, eso se ha democratizado-. Afirma el columnista Zableh: “La educación señala la gran diferencia. Las universidades cobran matrículas imposibles para que un pobre pueda enviar a sus hijos a las aulas universitarias, aquí empieza la desigualdad”.

Comenta Daniel Coronel en su artículo “Nuevo Pobre” que un ingeniero civil con 57 años, maestría en Estados Unidos, con dos hijos que genera 3 millones de gastos mensuales en estudios, uno en Bogotá y el otro en el exterior. Su esposa es odontóloga, durante la cuarentena no ha podido asistir a su consultorio a atender pacientes y si ha generado gastos por arriendo y otros. Les faltan 39 cuotas para terminar de pagar la hipoteca de su apartamento de estrato 6. La semana pasada lo llamó el jefe para informarle que después de 22 años de servicio y debido a la situación originada por el Coronavirus estaban obligados a eliminar algunas posiciones en la empresa, entre estas, la de él. No son elegibles para alguna ayuda pública o privada. La situación actual se está llevando lo que se había hecho en la vida.

En el aspecto físico es impredecible la alteración fisiológica que sufre el afectado, algunos afortunados logran superar la viremia y otros, por el contrario, pagan con su vida. En lo pertinente al aspecto social, el ser humano es por naturaleza un ser social acostumbrado de larga data, particularmente en países latinoamericanos, a tener contactos cercanos como abrazos, saludos de beso y, en general, vida social muy activa y súbitamente se ve privado de lo anterior generando ansiedad y desesperanza. Así las cosas, esto provoca un trauma emocional y un horizonte incierto de manera que hay que recurrir al área mental y al área espiritual para aplicar una serie de herramientas como el análisis lógico y sustentado en evidencia, el uso de la cordura, el autocontrol y un criterio firme que evite el miedo o el pánico. Los seres humanos creemos que solo con grandes hazañas podemos cambiar el curso de los acontecimientos olvidando que la vida está hecha de pequeñas cosas, quizás podamos transformar el mundo si algunos 
empresarios abandonaran la avaricia y los administradores regionales, alcaldes y gobernadores, manejen los recursos con pulcritud y honestidad. En otras palabras, abandonando el propósito de enriquecerse. Además, que los congresistas trabajen creando leyes para favorecer a los más vulnerables dejando el egocentrismo, la mentira y la vanidad. 

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