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El Sagrado
Los profesores siempre tan exigentes en las lecciones y tareas a los muchachos, esta semana se han hecho los de la vista gorda y les piden menos y hasta se olvidan del lapicero rojo.
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Jueves, 3 de Agosto de 2023

Por estos días está de rumba el colegio Sagrado Corazón de Jesús. Los Hermanos Cristianos de la Salle, que lo dirigen, andan estrenando hábito. Ahora poco lo usan, sólo para las ocasiones especialísimas, y nada más especial que los 120 años de la fundación del colegio.

Los profesores siempre tan exigentes en las lecciones y tareas a los muchachos, esta semana se han hecho los de la vista gorda y les piden menos y hasta se olvidan del lapicero rojo. Las secretarias, tan eficientes y amables, ahora taconean más duro y dan la mano y sonríen.

Las mamás están alegres y le rezan al Sagrado Corazón de Jesús, pidiéndole que ilumine a los reverendos y a los profes para que a sus hijos les vaya bien y aprendan mucho. Los papás, juiciosos y colaboradores, asisten a  bingos, rifas y comilonas, seguros de que hay que colaborar con el colegio. La banda de guerra suena más duro y el eco de sus tamboras y cornetas suena haciendo historia, bajo la dirección del profesor Ardila.

Los chiquitines de prekínder, kínder y primerito, no saben por qué tanto alboroto, pero se suman a la alegría de sus profesoras y ensayan danzas y se aprenden versos. La Junta de padres de familia sabe que la vaina es con plata y hace lo imposible y lo imposible y salta matones por hacer quedar bien a la institución que educa a sus hijos.

Los exalumnos, sabiendo que el verbo más bonito de la gramática castellana se llama Gratitud, por estos días se muestran felices y sacan pecho y gritan  “Yo soy del Sagrado”.

Y seguramente Virgilio Barco Vargas, expresidente de Colombia y fundador de este diario, se revolcará de alegría en su bóveda y les hará saber a las audiencias del otro mundo, que alguna vez él fue estudiante del Sagrado. 

Las señoras del aseo y los empleados de Servicios Generales le piden al rector que les dé uniformes  nuevos porque los que tienen ya están muy andrajosos y están de celebración.

Es decir, todo y todos los que tienen algo que ver con la Institución Educativa Sagrado Corazón de Jesús, de Cúcuta, están de plácemes en este agosto.

La historia es cautivadora. Por allá por el mes de abril de 1903 llegó a Cúcuta un curita agustino recoleto con nombre de apóstol y apellido alegre: Pablo Alegría. Seguramente los agustinos se dividen en recoletos y no recoletos. Pues a nosotros nos tocó el recoleto Alegría. El padre se dio cuenta que a Cúcuta le faltaba un colegio para varones, que diera la talla, y se dio a la tarea de fundarlo y organizarlo. Desde un comienzo le puso el nombre de Sagrado Corazón de Jesús.  Buscó una casa arrendada, abrió el colegio, ofreció becas y ese mismo año, el 1 de agosto (hace exactamente ciento veinte años), arrancó el Sagrado. Le ayudaron el padre Demetrio Mendoza, el padre Valderrama y algunos señores bien de Cúcuta. Pero los recoletos salieron de pelea con el alcalde, por algún quítame allá esas pajas, y se largaron. Fue entonces cuando llegaron los Hermanos de la Salle, que se han dado la pela por sacar adelante el colegio, que primero funcionó en la Quinta Teresa y luego en el espacio que hoy ocupa. De allí han salido curas, ingenieros, maestros, escritores, arquitectos, médicos, basquetbolistas, de todo. Hasta políticos.

Bien por el Sagrado y por su gente. Por los aires de Cúcuta resuena hoy el hermoso Himno: “Colegio de la Salle tan querido, aquí nos tienes hoy vibrantes de emoción…”  Tan querido por lo tan verracamente bueno. ¡Que siga así!

gusgomar@hotmail.com

 

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