En el mes de mayo se conmemoran varias fechas importantes, entre ellas el Día del Trabajo, las advocaciones marianas de prácticas cristianas, el inicio del Bicentenario de la Constitución Política de Colombia de 1821, el nacimiento del general Francisco de Paula Santander, entre otras. Pero, en muchos lugares del mundo, específicamente en Colombia se celebra el Día de la Madre, entendiendo por ello quien da vida, quien procrea biológicamente o quien se ha encargado del cuidado y crianza del infante hasta completar una edad adulta adecuada para soltarse por sí solo al mundo.
Es un mes lleno de regalos, de celebración, de mariachis, de recuerdos para quienes ya no la tienen en este espacio o dimensión física, en fin, también de carnaval, de fiestas desbordadas que al final pierden su sentido inicial; la verdad es que ser madre hoy día no es nada fácil, antes tampoco lo era, pero los retos de ahora son diferentes.
En siglos pasados el patriarcado se instaló como sistema, las mujeres solo podían dedicarse a dar hijos y a los cuidados del hogar, no existía la mínima posibilidad de su injerencia en asuntos públicos o políticos, menos aún en la dirección del Estado o ser parte de las artes, letras y ciencias; estaban descartadas del sistema.
Hoy, al contrario, el abanico de posibilidades está abierto a “ser” mujeres y procrear en medio de la modernidad y con una gran cantidad de derechos y deberes adquiridos, al menos en la jurisprudencia que muchas veces se distancia de la realidad.
Esto me lleva a cuestionarme, ¿cuáles son esos retos que hoy tienen las mujeres y específicamente las que de una u otra forma tomaron la decisión de ser mamás? Una investigación realizada por las doctoras Karla Barrantes Valverde y María Fernanda Cubero, psicólogas de la Universidad de Costa Rica, denominada ´La maternidad como un constructor social determinante en el rol de la feminidad’ – (motherhood as a determinant role in the social construction of femininity)´, en el que identifican “que la maternidad es un término que se encuentra en permanente evolución y en el cual inciden tanto factores culturales como sociales, los cuales lo han relacionado con las definiciones de mujer, procreación y crianza (Molina, 2006).”
Hoy en día el valor de una madre está por encima de conceptos y definiciones; su rol, además de la responsabilidad de cumplir con deberes socioculturales tiene desde el afecto y amor, la entrega a la crianza de seres humanos para construir en ellos maravillosas criaturas al servicio de los demás.
Por supuesto, nuestras mujeres hoy deben seguir desarrollándose profesionalmente, humanamente, en igualdad plena de oportunidades, transformando el machismo por amor de familia y puesta en valor del reconocimiento de su feminidad, eso jamás debe estar en discusión.
Esta fecha de conmemoración, quizás comercial, debe ser la toma de conciencia de la importancia del rol de mamá en nuestros tiempos porque nos educa desde la placenta a practicar el arte del amor, además, representa en su proceso de fecundidad, la inmortalidad genética que transmite a su hijo y la perpetuidad de la especie, que tiene que ser hecha a través de la maternidad.
Quiero expresar un afectuoso saludo a las mamás biológicas, a las mamás de crianza, a las mamás que ya no están en el plano físico y a aquellas que de una u otra manera han vivido esta experiencia que en lo personal ha sido extraordinaria; a mi madre y a mi amada esposa: ¡Feliz día y gracias por tanto! Cierro con esta pequeña pero transformadora palabra: “Proverbios 1:8 Oye, hijo mío, no olvides la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre.”
