La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
¿El puente está quebrado?
Según algunos medios de comunicación, el puente posee un delicado compromiso estructural.
Authored by
Sábado, 3 de Septiembre de 2016

Hace unos días conversaba con una persona oriunda de la provincia de Ocaña, quien manifestaba su complacencia por la vía que conduce a dicho municipio cuya construcción lleva setenta años y aún requiere varios miles de millones para poder decir que la misma está totalmente construida.

Es claro que en los últimos ocho años, la inversión ha sido importante pero no menos que las necesidades de quienes transitan a diario por la misma y por tal motivo, la historia de su finalización puede tomarse otra generación, habida cuenta que para llegar a la ciudad de los Caro, es necesario atravesar el puente Mariano Ospina Pérez el cual no admite cargas superiores a veinte toneladas puesto que ese es su diseño original así sus actuales requerimientos sean de cincuenta y dos.

Según algunos medios de comunicación, el puente posee un delicado compromiso estructural que pondría en riesgo a quienes requieran utilizarlo, pero personalmente no pienso lo mismo si se respeta la carga de diseño inicial.

Dicho puente fue construido en el año 1946 y repotenciado por primera vez en el año 1998 por el Invías, por tal motivo hablar de otra mejora, es realmente una perfecta burla.

“El puente está quebrado”, es un decir y angustia que por muchos años han tenido no solo los funcionarios responsables de la infraestructura nacional con sede en la región, sino la totalidad de agremiaciones que representan un alto porcentaje de la economía del departamento y además, único puente que permite la comunicación entre la capital y más del cincuenta por ciento de los municipios de nuestra geografía; el más importante de la región y del país, según un estudio realizado en el año 2000 por destacados profesionales de la ciudad.

La tarea de ingeniería ofrecida, no permite ampliación de carriles sino que sencillamente lo habilita para soportar mayores cargas que las actuales y por eso, si se acepta ese paño de agua tibia, dentro de cinco años tendremos la necesidad de otra intervención para evitar el mismo problema y diez más para ver terminada la carretera que de Cúcuta conduce a Ocaña.

Es el momento para que las fuerzas vivas de la ciudad, exijan al gobierno nacional la construcción de un nuevo puente cuyo costo estaría en el orden de los diez mil millones de pesos, el cual se podría construir dejando el actual paso, para la misma capacidad  (20 toneladas) y desechar la idea de otro ajuste estructural, pensando en una solución definitiva, teniendo en cuenta que la verdadera necesidad es un puente con especificaciones geométricas superiores, acordes con el desarrollo de la región ad portas de una nueva condición socio económica y de esperanza nacional.

El puente no está quebrado ni está a punto de colapsar, porque está habilitado para cargas hasta veinte toneladas y mientras aparece una solución definitiva, crecerá el problema de inseguridad en las vías que habiliten para la provisionalidad, aspecto conocido por las autoridades policivas las cuales tendrán una cuota adicional de responsabilidad.

Temas del Día