Uno de los grandes soportes de la economía y el bienestar social, es el potencial empresarial, que está en capacidad de generar empleo, movimiento de bienes y servicios y capacidad para ampliar la tributación.
Por estas razones sorprende que, en los reportes del primer trimestre del año, los indicadores señalen que el cierre de empresas ha aumentado un 31%, y comparado con el mismo periodo del año 2022, la cifra se incrementa al 42%, porcentaje muy significativo que debe prender las alarmas, pues algo grave está pasando, no solo en la estabilidad de los empresarios, sino en el movimiento de sus capitales.
Esa variación, demuestra que cerca de 30.000 empresas han tenido que cerrar sus puertas, cifra que hay que descomponer en su enorme repercusión en el desempeño de la economía.
Lo importante es identificar las causas; una afectación tan notoria tiene que ser estudiada, evaluada y sobre esa información es urgente diseñar los correctivos. El país cuenta con muchos centros de investigación, a los cuales se suman los análisis del Banco de la República y del ministerio de Hacienda que suelen aportar muy buenos elementos de juicio que permiten identificar causas y diseñar correctivos oportunamente.
Cuando registramos que la cifra negativa ya abarca un periodo de dos años, algo grave está ocurriendo, que debe ameritar acciones inmediatas, antes de que el daño se siga extendiendo.
Los organismos que dirigen la economía nacional tienen que estar muy pendientes del desempeño empresarial, pues el éxito de los esquemas productivos es el que demuestra la potencialidad del motor que impulsa la economía nacional.
Además, uno de los grandes imperativos del momento está en poder reducir la cifra de desempleo, que no ha podido llegar a los niveles de un dígito que experimentara en otras épocas, lo que de paso significa una honda repercusión en el flagelo social que vive el país, ante la falta de alternativas de generación de ingreso a las personas.
Gobierno y empresarios tienen que ir de la mano; esa acción mancomunada que puedan lograr repercute profundamente en los beneficios que pueda recibir la sociedad en general, al poder comprobar que los sistemas imperantes ofrecen alternativas y que las expectativas del crecimiento es posibles lograrlas, porque significan un compromiso de todos y para todos.
Esperamos entonces que ese ejercicio pronto se haga y que los colombianos podamos saber la razón por la cual se están cerrando las empresas y se están perdiendo las posibilidades de empleo, la oportunidad de consumo de materias primas y los momentos oportunos de ampliar la base de contribuyentes al erario.
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