Para todos los colombianos Cartagena es única, por su belleza natural, histórica, por su gente, pero, ante todo, por cada uno de los trascendentales sucesos acontecidos allí. 

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Hoy, muchos vamos a la capital de Bolívar atraídos por sus playas, su imponentes hoteles y lugares turísticos; también admiramos la capacidad que tiene al ser epicentro de cumbres y reuniones del más alto talante. Sin embargo, hay que reconocer que sus murallas y sus casas prehispánicas y coloniales contrastan con la Cartagena sumida en la pobreza y en la desigualdad, con problemáticas sociales muy profundas que se invisibilizan con la otra cara de la moneda, la cara amable que atrae a cientos de visitantes a diario.

Colombia cambió desde algunos sucesos que allí se dieron, entre ellos destaco que, en 1533 Cartagena de Indias, más conocida como la Heroica, fue fundada por el conquistador español Pedro de Heredia. 

Durante la época virreinal española, a mediados del siglo XVI, Cartagena ya contaba con la fama de ser uno de los puertos comerciales con mayor tráfico y productividad de América, considerada en su momento como una de las ciudades más grandes del virreinato de Nueva Granada, pues casi la totalidad de su población estaba bajo el mando político, económico y social de la Corona española. Todos los tesoros que venían del virreinato del Perú y del sur del continente llegaron a Cartagena; el tráfico de esclavos y la llegada de quienes tomarían luego el interior de la Nueva Granada en la aventura de la búsqueda del Dorado. 

No obstante, fue hasta 1810 que varias de las colonias o virreinatos del reino español llevaron a cabo una serie de movimientos políticos, cuyo propósito era conseguir la independencia del imperio español. 

La independencia de Cartagena de Indias se dio de manera definitiva, por cuenta de los hermanos Piñeres. La idea de los hermanos era conseguir el dominio de la Junta Suprema de Gobierno de la Provincia, pero fue hasta el 11 de noviembre de 1811 que oficialmente se declaró la independencia absoluta de la corona española, lo que convirtió a Cartagena como el primer territorio de Colombia y el segundo de América Latina en declararse totalmente independiente.

Pero esta alegría independentista duró muy poco. Una vez el rey de España volvió al poder después de la salida de las fuerzas napoleónicas, envió a sus tropas al mando de Morillo en la pacificación o reconquista de los territorios de la corona en ultramar. A este triste y violento episodio se le denominó “El sitio”; duró 105 días y murieron 6.613 personas, es decir, la tercera parte de la población de Cartagena. 

El siete de diciembre de 1815 se rindieron, y las tropas de Morillo entraron a la ciudad en medio de miles de cadáveres en las calles y de sobrevivientes agonizando. Seis años después fue la liberación de Cartagena. A medianoche, en una batalla salvaje, la flota perdió a muchos soldados y Padilla se declaró vencedor apoderándose de todas las armas y 11 buques de guerra. Torres y Velasco huyó y entregó la ciudad el 10 de octubre de 1821, días antes de que la Villa del Rosario de Cúcuta había proclamado la Constitución de Colombia.

Por lo anterior, este puente festivo Colombia conmemora la Independencia de Cartagena. La Universidad Simón Bolívar ha tenido toda esta semana una larga serie de actividades académicas y culturales que finalizan, como es tradición hace más de 15 años, con la Caminata Bolivariana. En esta celebración, que coincide con la Independencia de Cartagena, el centro de estudios conmemora, además, su aniversario número 50 en Colombia, entrelazándose con la ciudad, sus calles y el icónico Malecón, llevando un mensaje propositivo y de identidad para la región nortesantandereana. En la versión 2022 se retoma la actividad después de dos años de ausencia por la pandemia de la COVID-19. ¡Qué buena iniciativa! Cada acto humano es un acto de la historia.

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