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Dos motivos de orgullo
Es grato registrar dos acontecimientos culturales que ocurrieron durante la Fiesta del Libro de Cúcuta en el presente año.
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Domingo, 29 de Septiembre de 2024

En medio de las malas noticias que se reciben en el país, y con la zozobra que está viviendo el departamento Norte de Santander por la escalada de la violencia, es grato registrar dos acontecimientos culturales que ocurrieron durante la Fiesta del Libro de Cúcuta en el presente año.

En primer lugar, el justo homenaje que se hizo al poeta y destacado ejecutivo David Bonells Rovira como reconocimiento a su larga trayectoria intelectual y de servicio permanente a su región en la promoción de la cultura y el desarrollo económico.

Desde muy joven, David Bonells participó en el movimiento Nadaísta creado por Gonzalo Arango, que dio un vuelco a la creación literaria invadiendo los escondrijos del pensamiento pero, también, cambiando la forma de vida de los jóvenes que se fueron alineando en una especie de insurgencia pacífica. Y ruidosa.

Desde las bancas del Colegio Provincial de Pamplona y del Calasanz de Cúcuta, David escribía versos y participaba en los certámenes literarios que se realizaban constantemente. Tenía en su alma ya el germen de su vocación poética. Cuenta él mismo que, deslumbrado por el nadaísmo, fue a perseguir a sus profetas y fue haciendo amistad con sus correligionarios hasta convertirse en el vocero del nadaísmo en el Norte de Santander.

En el bello homenaje que se le rindió en la Biblioteca Julio Pérez Ferrero estuvo presente, entre otros intelectuales, el poeta Jota Mario Arbeláez como representante de las diversas generaciones de nadaístas, y como testigo de una vida contagiada de poesía.

Quiero, igualmente, resaltar el magnífico trabajo biográfico del ingeniero Fernando Velandia Caicedo en su libro “MARÍA OFELIA VILLAMIZAR BUITRAGO, vida y obra de la más destacada poetisa de Norte de Santander”, presentado en la Fiesta del Libro.

Es un trabajo minucioso en el que se escudriña la vida de la poetisa desde su niñez en Villa Sucre, Arboledas, y, paso a paso, va siguiendo su recorrido vital con estrecheces y logros hasta llegar a la cúspide de la creación literaria de reconocimiento nacional.

María Ofelia Villamizar, con una sencillez de abejita, después de la primera educación que sus padres le pudieron dar, fue ascendiendo con persistencia hasta convertirse en maestra titulada y bibliotecóloga; dirigió la Biblioteca Julio Pérez Ferrero y, luego, la del INEM de Cúcuta.

Pero, es su poesía que la convierte en una figura incomparable. En 1954 es ganadora el premio nacional de la Diócesis de Zipaquirá con su poema Mater Admirabilis que le dio renombre nacional. Y son numerosos sus trabajos publicados, como columnista de varios periódicos y poesías sueltas, y varios libros entre los que figuran Noria e Isla Verde. El bello poemario CÁNTAROS DE GREDA, lamentablemente solamente sólo se publicó después del fallecimiento de su autora. Fernando Velandia Caicedo merece una felicitación por su excelente trabajo.

ramirezperez2000@yahoo.com.mx


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