Un mal de nunca acabar, cada vez que la autoridad deja de funcionar, vuelven a las andadas los señores taxistas, la mayoría, imponiendo las tarifas exageradas en toda el área metropolitana. No contentos con que esta administración les mejoró las condiciones en la tabla de valores para el cobro de las tarifas de taxis, aumentándoles en un 30% aproximado el ajuste, como lo reseñé en su oportunidad en una columna anterior, ahora resolvieron a motu propio aumentar el monto de la carrera mínima que por Acuerdo metropolitano está establecido en la suma de $7.000 y por ende de ahí para adelante en la suma de 10.000 pesitos, como dirán ellos mismos. Una bicoca.
Es que tienen amenazada a la administración municipal con irse a un paro si no controlan lo que ellos dicen, piratería, permitiéndoles actuar con patente de corso, para abusar sin control contra los usuarios del servicio.
La competencia es dura, son muchos los carros amarillos circulando en Cúcuta, principalmente, debido a que los alcaldes de los municipios del área metropolitana, en su momento, autorizaron cientos de cupos representativos en una buena cantidad de “pesitos” que les sirvieron para recuperar parte de la inversión utilizada para su elección.
No utilizan el taxímetro alegando que se les acaba de averiar y se guían por la aplicación de su respectiva empresa, ¡paja!; las carreras a pesar de que el combustible en la ciudad es más económico y las distancias cortas, el costo de las carreras son las más costosas del país.
Como sigan por ese camino, las aplicaciones Uber, DiDi, InDrive, etc. tenderán a imponerse, teniendo en cuenta que se puede negociar anticipadamente el valor de la carrera, eso lo están viendo los conductores de taxis que han hecho tránsito a esas aplicaciones.
Algunos conductores con los cuales conversé, manifestaron estar disgustados con Tránsito Municipal y que por eso se comportan de esa manera, desobedeciendo las disposiciones legales, como, por ejemplo, armar paraderos en cualquier calle de la ciudad, interrumpiendo la libre circulación de vehículos y peatones y los paganinis no deberían ser los indefensos usuarios.
Mi alcalde Batman Acevedo, por quien voté, haciendo honor al mote de superhéroe, asuma personalmente la situación irregular presente en la ciudad con el abuso de los taxistas, teniendo en cuenta que al secretario de Tránsito le está quedando grande ejercer el control que funcionalmente le correspondería.
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