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Con esos amigos
Es terrible  el chasco que sufre quien recibe como pago un mordisco.
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Sábado, 5 de Mayo de 2018

Si Jesucristo, que era Dios, se equivocó en la escogencia de sus apóstoles. ¿qué puede esperar un simple mortal, como el presidente Juan Manuel Santos, quien metió la pata en varias oportunidades al seleccionar a sus amigos? El mandatario se equivocó en materia grave, sobre todo en la selección de sus más cercanos colaboradores, varios de los cuales dieron muestras tan grandes de ingratitud y deslealtad que confirman el viejo refrán: ¿Con esos amigos para que enemigos?

A pesar de que en mis muchos años de periodismo he visto de todo, no deja de asombrarme la actitud de personas que han sido llamadas a altos cargos y en ellos han dado muestras de los peores defectos, empezando por asombrosa falta de gratitud con quien les ha dado la mano. Me confirma aquello que me repetía mi mujer muchas veces, ante la demostración de olvido de personas a quienes traté de ayudar y me mordieron la mano: ¿amigo?, el ratón del queso. Y se lo comió.

Es terrible  el chasco que sufre quien recibe como pago un mordisco. Es tan horrible que muchas veces ha conducido a sangrientas retaliaciones y a profundas enemistades. Por esa razón, creo, muchas personas evitan hacer favores y se abstienen de colaborarle a alguien en dificultades.

¿A qué se debe el recuerdo de las traiciones? Fácil. Acabo de ver fotografía del ex vicepresidente Angelino Garzón, elevado a la segunda dignidad del país por generosidad del presidente Santos, en acto cumplido en iglesia de Buga en el cual adhirió a las filas de los rivales de su antiguo jefe. No sé las motivaciones del viejo líder sindical y ministro para pasarse a las filas del uribismo, pero no deja buen sabor en la boca. Sobre todo porque se suma a otras personas que también dejaron las toldas de Santos para trasladarse a las de Álvaro Uribe. Debe haber muy buenas razones para irse a donde lo recibirán con el temor de que volverá a voltearse. Nadie confía en un traidor. 

Otros precursores de la volteada fueron Germán Vargas Lleras y su vicepresidente Pinzón, quienes se fueron para las filas enemigas. Eso para no hablar de parlamentarios ansiosos de burocracia. No debo nada a Santos ni espero nada de él. Pero me llama la atención la falta de verdaderos asesores que le hubieran evitado muchos sinsabores y traiciones. Ahora que se va para la casa sabrá lo que es la soledad y conocerá a los reales amigos. GPT

P.D. Según las encuestas, el candidato liberal tiene tanto futuro como un pollo frito. ¿Será consecuencia del desperdicio de cuarenta mil millones.

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