El acuerdo al que llegaron Claudia López, Sergio Fajardo y Jorge Enrique Robledo para crear una coalición anticorrupción de la que posteriormente pueda escogerse el candidato presidencial, ha venido siendo, indiscutiblemente, la noticia política. Aunque no han decidido todavía el mecanismo para escoger el candidato, han adelantado que al Congreso aspiran a presentar una lista unificada. Si bien es cierto que se trata de personajes políticos, con trayectorias y concepciones disímiles, los une un factor que hoy resulta exótico en la política: la anticorrupción. De consolidarse esta coalición, podría resultar muy atractiva, dada la reputación de seriedad y honestidad de cada uno de sus integrantes.
Claudia López, es una mujer frentera y vertical, que no se arredra ante ninguna circunstancia, así este de por medio su propia vida. En el Senado se ha enfrentado a poderosos y peligrosos personajes, sin temblarle la voz y, mucho menos, sin detenerse en su reclamo o denuncia pública. Debido a ello se ha ganado un espacio en la opinión nacional. Sus enemigos la tildan de usar un tono mordaz, de mantener una pugnacidad permanente, cuyo estilo consideran excesivamente ofensivo. Para la mayoría de los colombianos. ella es la congresista que el país necesita: alguien que hable claro y sin tapujos que desnude y señale de frente a los corruptos . Por ser así, se ha convertido en una figura fulgurante, que le ha venido dando relevancia a la política y prestigio al Congreso.
Jorge Enrique Robledo, es un senador estudioso y responsable, que prepara sus debates, con la seriedad y aplicación que el tema y el momento político exigen. Para sus contradictores, es simplemente un populista, cuyas posturas políticas parecieran haberse quedado en el pasado, con largos y aburridos discursos, propios de la guerra fría. Nada más alejado de la realidad, pues en nuestro concepto no solo es uno de los mejores oradores del Congreso, sino de los más convincentes y estructurados del recinto.
En cuanto a Sergio Fajardo, es el único que ha tenido una exitosa experiencia ejecutiva. En ese sentido, Claudia y Robledo, no han tenido ninguna participación. Sergio Fajardo, como alcalde de Medellín y gobernador de Antioquía, tuvo una fulgurante figuración nacional. Sus enemigos lo tildan de pésimo orador, de utilizar, apenas, un lánguido discurso profesoral. Olvidan que con su estilo personal ha logrado derrotar a los más fuertes barones electorales de Medellín y Antioquia, lo cual da cuenta de su éxito y prestigio. En la mayoría de los casos, el valor del discurso, depende más de quién lo produce, que del tono de quien lo pronuncia.
Hay una frase que muestra a Claudia López, en todo su esplendor, como contestataría: “Hoy todo el mundo le está huyendo a los partidos, posando de ciudadanos incorruptibles. Hasta Germán Vargas, semejante politiquero, dice que es social e independiente”.
De ese talante, es la nueva estrella de la política.
