
En el año 2013 el canal History Channel abrió un concurso para elegir al personaje más sobresaliente de toda nuestra historia, a quien se le daría el galardón de Gran Colombiano. Cualquiera pensaría que iba a ser elegido el Libertador Simón Bolívar, o Santander, u otro prócer. La realidad es que los finalistas fueron el Precursor de la Independencia Antonio Nariño, el escritor comunista Gabriel García Márquez, el científico Manuel Elkin Patarroyo, el cómico Jaime Garzón, y el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Recuerdo que enel jurado estaba la periodista izquierdista María Jimena Dusán, natural malqueriente de Uribe por haber enfrentado éste a las, admiradas por ella, guerrillas comunistas Farc, Eln, Epl y otras, y derrotarlas militarmente.
Fue ella la encargada de revelar el resultado de la votación de cerca de un millón de personas. Se le notó la rabia cuando abrió el sobre, leyó la cifra abrumadora a favor de Álvaro Uribe Vélez y tuvo que anunciar, mordiéndose la lengua, que había sido escogidocomo el Gran Colombiano.
Pero, además de ese título, hay voces que califican a Uribe como el mejor presidente de Colombia, siendo superado solo por el Libertador.Yo también lo creo así. De modo que no es un don nadie aquela quien la izquierdista juez 44 penal del circuito de Bogotá, Sandra Liliana Heredia Aranda, irrespetó tanto durante las audiencias.
También se recuerda por estos días que Álvaro Uribe Vélez, como senador, fue el autor de la ley de 1989 que indultó de delitos atroces al guerrillero Gustavo Petro, hoy Presidente de la República, feroz perseguidor del gran líder y celebrante con delirio de la sentencia despiadada que le impuso la juez correligionaria.
La izquierda y sus aliados, siempre deseosos de vengarse, de hacerlo desaparecer como referente nacional y tanto físicamente -como ya lo han intentado - al igual que políticamente, ahora instrumentando a una juez de su ideología, se han cebado en él con toda crueldad.
Permítanme traer a colación y adaptarla al caso del doctor Uribe la frase de Oscar Wilde en “El abanico de Lady Windermere”: “Hay que ser un hombre cabalmente bueno para hacer una cabal ingenuidad”.
En efecto, el hombre cabalmente bueno que es Álvaro Uribe Vélez, a su vez zorro político, no olfateó que estaba poniendo en la presidencia a un traidor como Juan Manuel Santos, aliado subrepticio de sus enemigos comunistas terroristas. Tampoco olió que Iván Duque era un pusilánime, más volcado a la izquierda. Y para coronar su falta de malicia política, escogió de candidato paraenfrentar a Juan Manuel Santos en su segundo periodo a Oscar Iván Zuluaga, un personaje gris y sin arraigo popular. Obviamente, fue vencido en el balotaje.
Quiso demostrar el doctor Uribe que no tenía vínculo alguno con paramilitares y los capturó y los extraditó a los Estados Unidos. Al contrario, para posar de ecuánime, no capturó ni extraditó a ningún miembro de las Farc, hoy senadores de la república, que lo han querido asesinar y ahora tienen jueces a su favor con los que la obra de aniquilarlo la están llevando a su final.
Puede decirse que la vida del expresidente Uribe ha sido, como la de la mayoría de los grandes caudillos de la historia, trágica, pero debido en gran parte a que él mismo ha alimentado a sus leones.
orlandoclavijotorrado@yahoo.es
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