La decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela que ratificó la validez de la victoria de Nicolás Maduro en las elecciones puso al presidente de Colombia, Gustavo Petro, en una posición incómoda.
Si cuestiona el pronunciamiento del Tribunal, como ya lo han hecho la mayoría de los países del continente americano y la Unión Europea, tendrá que enfrentarse a Maduro, pero si acepta el fallo y lo respalda, quedará en contravía de toda la comunidad internacional.
Ya son decenas los gobiernos que se han pronunciado acerca de la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela que certificó “de forma inobjetable el material electoral peritado” y convalidó los resultados de la elección presidencial del 28 de julio de 2024 emitidos por el CNE, donde resultó electo Nicolás Maduro.
Once países de la región, incluido Estados Unidos, la Organización de los Estados Americanos y la Unión Europea, rechazaron este pronunciamiento que era la última instancia oficial en Venezuela en donde se podría objetar la victoria de Maduro.
Colombia y Brasil, a diferencia de la mayoría de los países del continente, siguen en silencio. Hasta el propio presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que en algún momento hizo parte de ese grupo de países que buscaba una mediación con Maduro, evitó reconocer el triunfo de este y sostuvo que seguirá esperando a que se den a conocer las actas de votación.
¿Qué caminos le quedan a Petro?
Luego de conocerse la decisión del TSJ de Venezuela, la única reacción que se conoce desde el gobierno colombiano es una corta frase del Canciller Luis Gilberto Murillo en su visita a México, señalando que junto a Brasil siguen en consultas.
“Nosotros seguimos en consultas y dialogando sobre cómo podemos facilitar y mediar en la situación en Venezuela. Ustedes conocen los pronunciamientos que hemos hecho conjuntamente con Brasil y nosotros mantenemos obviamente esa posición”, dijo Murillo.
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Sin embargo, entre más tiempo pasa sin que se conozcan las actas electorales por parte de Venezuela, más difícil le queda a Colombia mantener su silencio.
Para el docente de gobierno y relaciones internacionales de la Universidad del Externado, Manuel Alejandro Rayran, la decisión del Tribunal era esperada debido a su cercanía al gobierno de Maduro y por los cambios que ha tenido y la composición del mismo, pero que aun así dificulta más las acciones que buscaban los tres países en una salida negociada.
“Claramente esto pone en aprietos a Colombia en la medida que ya son actores con posiciones claras sobre quien es el ganador. Esto genera mucha más presión a la propuesta de Colombia, Brasil y México en la medida que cierra el margen político para llegar a una negociación”, señaló.
Ante este panorama, señala que Colombia debe manejar una prudencia frente a lo sucedido en Venezuela, pero “si construyera una agenda paralela, en donde el centro de esa agenda es la población de la zona fronteriza y sin dejar el dialogo con Venezuela, que es lo peor que puede pasar”.
Por su parte el analista internacional, Manuel Camilo González, considera que Petro está quedando “entre la espada y la pared”, puesto que si no reconoce a Maduro “habrá repercusiones particularmente relacionadas con echar por tierra los esfuerzos como la reapertura de relaciones diplomáticas y comerciales”.
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No obstante, esta el otro panorama de reconocer abiertamente la victoria de Maduro, y eso “en el contexto en el que nos encontramos ahora, creo yo que pondría al país en la órbita de ser cómplices de un régimen autoritario”, afirmó.
Ante este panorama, Gonzáles sostiene que el presidente Petro tiene actualmente tres caminos:
El primero y que considera más viable, condenar lo que está sucediendo en Venezuela y mantener una exigencia en la transparencia de las actas electorales, ya que este es otro de los incumplimientos que ha tenido Venezuela al pedido de los tres países de presentar las pruebas de las elecciones.
El segundo, “seguir con un silencio cómplice que incluso llegaría al punto de reconocer a Maduro como un hecho cumplido y en ese sentido pues como ya hemos comentado pondría un poco al país en una situación en la cual sus principios democráticos quedarían desacreditados”.
La tercer opción para Petro es mantenerse en el limbo de no reconocer a ninguno de los presidentes Maduro o Edmundo González como ganador, pero esto también tendría el riesgo de poner al mandatario colombiano a correr una carrera “contra el reloj porque solamente tiene menos de 6 meses para obviamente facilitar una transición y permitir que chavismo y oposición tengan garantías hacia el futuro”, menciona el analista.
Actualmente, 11 países de la región (Argentina, Costa Rica, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Panamá, Uruguay, Perú, República Dominicana y Uruguay) rechazaron las declaraciones del Tribunal e insistieron en la publicación de las actas y una verificación transparente ante organismos internacionales.
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“Rechazamos categóricamente el anuncio del TSJ que pretende convalidar los resultados sin sustento emitidos por el órgano electoral. Nuestros países ya habían manifestado desconocimiento de la validez de la declaración del CNE, luego de que se impidió acceso a los representantes de la oposición al conteo oficial”, señalaron.
A esto también se sumó la Unión Europea. El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, confirmó que la UE no reconocerá a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela hasta que se publiquen y se verifiquen de manera completa las actas electorales correspondientes.
“Nosotros seguimos diciendo que hay que probar este resultado electoral y, de momento, no hemos visto ninguna prueba. Nadie ha visto las actas electorales, que el Consejo Nacional Electoral debe mostrar para demostrar cuál es este resultado y mientras no veamos un resultado que sea verificable, no lo vamos a reconocer”, subrayó.
Ambos analistas consultados indicaron que ambas posiciones que tome el presidente Petro de rechazar a Maduro o apoyarlo traería consecuencias para Colombia, pero que conforme avanza el panorama en el vecino país la situación puede empeorar aún más.
Se espera que la próxima semana en una nueva sesión de la comisión de Relaciones Exteriores se conozca una posición clara de Petro.
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