En el corregimiento de El Capricho –zona rural de San José del Guaviare– se levantó la retención de los 66 militares que permanecían rodeados en lo que se denominó como “un cerco humanitario” de la Guardia Campesina.
“Estamos culminando los detalles protocolarios y se procederá a la movilidad normal de los militares. Fue una decisión voluntaria y se tomó para evitar cualquier tipo de confrontación”, confirmó Gabriel Gutiérrez, vocero de la Coordinadora del Suroriente Colombiano para los Procesos Agrarios, Ambientales y Sociales (Coscopaas).
La retención de los militares de la Fuerza de Tarea Omega se registró en la mañana del pasado viernes 9 de agosto. Los uniformados hacían labores de registro y control en la zona cuando fueron rodeados por los miembros de la Guardia Campesina.
La situación humanitaria generó un corto circuito entre funcionarios del Gobierno Nacional. De un lado, señalaron a los campesinos de estar siendo instrumentalizados por las disidencias de las Farc, mientras que del otro se aseguraba que la acción de los campesinos era independiente y que nada tenía que ver con el accionar de los ilegales.
“La continuidad del secuestro de los soldados en San José del Guaviare obligará a replantear el cese al fuego con el bloque Jorge Suárez Briceño. La prórroga por 3 meses, vigente hasta el 15 de octubre, se debe suspender si no existe real compromiso de parte de ese grupo ilegal (sic)”, fue la advertencia de Iván Velásquez, ministro de Defensa.
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