El Ministerio del Trabajo inició una investigación formal contra Tiendas D1, una de las cadenas de supermercados de más rápido crecimiento en Colombia, luego de que salieran a la luz graves denuncias por presuntas irregularidades laborales que afectarían directamente a cientos de empleados en distintos puntos del país.

El anuncio lo hizo el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, el lunes 2 de junio, tras conocerse una investigación conjunta de Señal Investiga, de RTVC, y la Revista Raya, en la que se exponen testimonios de trabajadores que aseguran estar sometidos a condiciones de explotación, largas jornadas sin remuneración extra, sobrecarga de funciones y constante acoso laboral.

“Sería de suma gravedad que supermercados D1, con utilidades en 2024 por $373.200 millones, someta a sus empleados a un régimen laboral ilegal e inmoral”, escribió el ministro Sanguino en su cuenta oficial de X.

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El alto funcionario precisó este martes, en entrevista con Señal Colombia, que su despacho tiene en curso 75 investigaciones similares en distintas empresas, pero que las acusaciones contra D1 serán priorizadas. “Hay violación a los derechos que tendrían que ver con acoso laboral, violencia, pero no me quiero anticipar hasta que no culminen las investigaciones en contra de tiendas D1”, señaló.

¿Por qué investigan a Tiendas D1?

La investigación periodística que motivó la intervención del Ministerio reveló que algunos empleados de Tiendas D1 están obligados a cumplir hasta 27 funciones bajo un solo cargo: asistente de ventas. Las labores van desde atender clientes y operar la caja registradora hasta descargar mercancía, limpiar el establecimiento, desinfectar áreas, controlar inventarios y cerrar la tienda.

Una de las trabajadoras entrevistadas, contratada bajo la figura de “uso y confianza”, declaró que, aunque su salario es de $2 millones mensuales, su jornada se extiende con frecuencia a 12 horas diarias sin pago adicional. “Nos toca quedarnos, pero esas horas no pueden ser reportadas”, aseguró la supervisora.

A esto se suma la vulneración del derecho a la desconexión laboral. Según los testimonios, empleados son contactados constantemente fuera del horario de trabajo para atender supuestas urgencias, lo que les impide descansar o desconectarse completamente de sus obligaciones laborales.

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