Los proyectos piloto para la extracción de petróleo mediante el fracturamiento hidráulico (fracking) podrían adelantarse en Colombia en el 2022, tal como lo afirmó esta semana Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol.
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El primer piloto de las tareas de perforación, según Bayón, se efectuará en los yacimientos no convencionales de Kalé y Platero, ubicados en Puerto Wilches (Santander), en la Provincia de Yariguíes.
Este anuncio cobra relevancia, teniendo en cuenta que estos ensayos de explotación, que ya habían sido adjudicados por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), se tenían estimados para el 2023, mediante la modalidad de Contrato Especial de Proyecto de Investigación (Cepi).
Julio Cesar Hoyos, líder social de Puerto Wilches, sostiene que con el anuncio de Ecopetrol aumentaron las expectativas en el municipio, porque las inversiones se verán reflejadas tanto en la economía local como nacional.
“Hay dos horizontes. Uno, mayores proyecciones de regalías, que se traducirán en más obras sociales y de infraestructura. Dos, más oferta de mano de obra y más demanda de bienes y servicios. Eso es positivo para la reactivación económica del municipio”, explica Hoyos.
El líder social agrega que los 20 millones de dólares adicionales para Puerto Wilches en el 2022 generarán un crecimiento económico, pero no hay indicadores actualizados para medir el impacto. “El Gobierno está empeñado en efectuar el piloto como un ejercicio académico y de valoración de los yacimientos no convencionales de gas y petróleo”, dice.
Área de influencia
La otra arista es el conflicto social y ambiental. Hoyos puntualiza que ya entre la ciudadanía hay consolidada una agenda pública del impacto del fracking en el medioambiente y la técnica para hacerlo. “Acá ya hay más activistas ambientales y de derechos humanos luchando a favor del agua, diciendo que si en Europa lo están prohibiendo, por qué acá sí lo permiten”.
Asevera que la economía de Puerto Wilches se basa en el cultivo de palma, que emplea a 8 mil personas y necesita mucha agua, “y si se afectan las fuentes hídricas no habrá producción palmera, entonces no habrá trabajo y la economía se irá a pique”.
El área de influencia del proyecto piloto se centra en tres corregimientos: El Pedral, Puente Sogamoso y Kilómetro 8. “En los predios de El Pedral se ubica el yacimiento Platero y en el Kilómetro 8, Kalé. En esos lugares el 80% de las tierras están sembradas con palma”.
Hoyos calcula que en los tres corregimientos viven cerca de 22 mil personas.
El analista económico Matero Rivera afirma que, desde una perspectiva netamente económica, la aprobación de los pilotos de fracking son una buena noticia, en la medida de que se puede aumentar en el mediano plazo la producción de petróleo.
“Hay que recordar que la renta petrolera es una fuente de financiación muy importante para las finanzas públicas del país, que se han visto afectadas negativamente por la pandemia”.
Agrega que en el mundo se viene presentando un incremento en la demanda de petróleo, por lo que sería un escenario positivo para Colombia por los precios por encima de los 70 dólares por barril.
“Este escenario le plantea grandes oportunidades a la industria petrolera colombiana, más aún cuando hay problemas asociados a la geopolítica (países del OPEP) o los cambios en las matrices energéticas en algunos países que decidieron no volver a utilizar el crudo”, indica el economista.
Otra perspectiva tiene Miguel Francisco Contreras, abogado del Observatorio de Conflictos Ambientales de la Corporación Compromiso.
“Es duro ese anuncio para los territorios porque es un procedimiento que se adelanta en época de fin de año y de espalda a las comunidades afectadas. Ahora nos toca correr para estar a la par del Gobierno, la ANLA y Ecopetrol, que quieren sacar ese proyecto de forma rápida”, asevera Contreras.
Advierte que las condiciones de vida de los habitantes de la zona se desmejorarán, ya que no cuentan con servicios públicos, educación de calidad, oferta de empleo diversificada. “Con estas exploraciones habrá dependencia netamente de los hidrocarburos”.
El abogado añade que los impactos ambientales se verán en la Ciénaga de Paredes, donde vive el manatí blanco, declarado en vía de extinción.
“Ellos dicen que no hay agua subterránea a 50 metros de profundidad. Pero estudios de universidad del país y la región comprobaron que hay agua subterránea a mil metros, que es el recurso hídrico con el que se recargan las ciénagas”, puntualiza Contreras. El presidente de Ecopetrol reveló que, según el plan de inversiones de cara al 2022, 700 millones de dólares se destinarán hacia pozos no convencionales.
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