En medio del desenfreno de las redes sociales, un vídeo se volvió viral. En él, la influenciadora cucuteña Dailyn Montañez, también conocida como 'La Tremenda', realizó una confesión impactante durante una entrevista para el podcast 'El Show X Mariam Obregón'.
La revelación sobre el abuso sexual que perpetró contra su esposo, Jordan Galván, para cumplir una fantasía sexual desencadenó una ola de desconcierto e indignación entre los internautas, especialmente cuando el hombre afirmó que nunca estuvo de acuerdo con cumplir esa fantasía y que se sintió violado al despertarse sin saber qué había pasado.
La influenciadora dijo que le puso una droga en una bebida para poder abusar de él y realizar actos sexuales sin su consentimiento. El hombre estaba tan inconsciente, que ‘La Tremenda’ explicó que pensó que lo había matado. Cuando Galván se despertó, al día siguiente, se dio cuenta de que lo habían depilado y contó que se sintió “violado”.
“De lo fuerte que yo le apliqué en ese trago (...) estaba dopado, o sea, ese man, casi lo matamos”, relató y agregó: “Yo hice lo que tenía que hacer, me encantó (...) Cuando no quiere por las buenas, toca por las malas”, dijo la cucuteña en el podcast mencionado.
En respuesta a las críticas generadas por el video, la pareja admitió que no dimensionó las consecuencias que tendría la anécdota, desmintieron los hechos y aseguraron que han tenido problemas como cualquier otra pareja. Sin embargo, este suceso va más allá de la mera anécdota y abre una ventana para examinar aspectos más profundos de nuestra sociedad.
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La Opinión exploró algunas dimensiones cruciales que se desprenden de este incidente: la homofobia arraigada en la percepción de las prácticas sexuales anales, la normalización de la violencia sexual hacia los hombres y la falta de conciencia social en torno a estos temas.
Homofobia: La confesión de la influenciadora arroja luz sobre la persistente homofobia que impregna nuestra sociedad. Montañez mencionó que estaba al tanto de la reticencia de su esposo hacia ciertas prácticas sexuales, argumentando el miedo que muchos hombres experimentan a la homosexualidad.
“La influencia social es notoria, el ser humano vive replicando y aprendiendo conductas qué observan en su entorno desde la niñez, y la conducta sexual también se aprende, por lo tanto los abusos se aprenden, la homofobia se aprende, y transgredir los derechos humanos también”, señaló Naylu Vergel Irlet, psicóloga, especialista en sexología y terapia cognitiva conductual.
Esta creencia, compartida por muchas personas, sugiere que la orientación sexual se define exclusivamente por las preferencias en las prácticas sexuales, obviando la complejidad de la atracción emocional, romántica y sexual. Es esencial desmontar este mito que vincula la exploración anal únicamente con la homosexualidad y promover una comprensión más amplia y respetuosa de la sexualidad humana.
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Normalización de la violencia: La minimización del abuso sexual que sufrió Jordan Galván refleja la persistente normalización de la violencia sexual hacia los hombres. A menudo, existen nociones erróneas sobre la masculinidad que sugieren una hipersexualidad inherente a los hombres y la imposibilidad de ser víctimas de violencia sexual. Esta percepción se ve exacerbada por estereotipos de género arraigados y la idea de que los hombres siempre deben estar dispuestos al contacto sexual.
Sin embargo, es fundamental reconocer que cualquier práctica sexual sin consentimiento constituye un abuso, independientemente del género de la víctima. La falta de conciencia y atención pública sobre el abuso sexual en hombres perpetúa el estigma y dificulta que las víctimas busquen ayuda y apoyo.
“La banalización de la violencia sexual hacia los hombres puede estar relacionada con el poder y la dominación en las relaciones sexuales. En algunas circunstancias, se puede percibir que los hombres generalmente tienen el control y que no pueden ser víctimas de violencia sexual debido a su fuerza física o a normas sociales que impiden a los hombres permitirse ser vulnerables o admitir que necesitan ayuda”, sostuvo la psicóloga Karyn Bernal.
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Falta de conciencia social: El lenguaje que rodea este incidente revela la urgente necesidad de desafiar los estereotipos de género y promover una cultura de respeto mutuo y consentimiento. Es esencial abordar estos temas desde una perspectiva educativa inclusiva y libre de prejuicios.
La falta de conciencia social contribuye a la perpetuación del estigma y la invisibilidad de las víctimas de abuso sexual masculino. Promover una educación sexual integral y destruir los tabúes en torno a la vulnerabilidad masculina son pasos cruciales para construir una sociedad más justa y respetuosa.
“La educación comienza en casa, los padres deben hablarlo abierta y continuamente con los hijos, que es apropiado y que no, pero sobre todo enseñando con el ejemplo. En los colegios es fundamental hablar estas situaciones, crear talleres, charlas, escuelas de padres, semilleros, y abordar todas éstas temáticas para crear conciencia en nuestros jóvenes y futuras generaciones”, agregó la sexóloga.
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No es no: La importancia del consentimiento
El caso de la influenciadora y su esposo trasciende el ámbito individual, destacando problemas sistémicos arraigados en nuestra sociedad. Es hora de abogar por una cultura de respeto, consentimiento y equidad de género, donde todas las formas de violencia sexual sean condenadas y abordadas con seriedad.
Por lo tanto, la reflexión que surge entre los usuarios de redes sociales destaca la normalización del abuso sexual dentro de las relaciones de pareja, especialmente cuando no se respeta la decisión del compañero sentimental de evitar o negarse a determinada práctica sexual.
“Cualquier práctica que involucre al otro, independiente de que sea mi pareja o no, requiere consentimiento y también es claro que una persona que esté en estado de embriaguez o más grave aun que este bajo efectos de alguna droga, sin importar cual sea su género, no cuenta con capacidad de decisión, y se encuentra totalmente vulnerable, por lo tanto, accederla en este estado es una conducta absolutamente reprochable que atenta a su dignidad y humanidad”, manifestó la terapeuta de pareja Ana Sofía Carrión.
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Un punto de crítica adicional es la percepción de que, de haber sido al contrario, con un hombre abusando de su pareja mujer, la indignación habría sido mayor. Esta disparidad en las reacciones pone de manifiesto la necesidad de abordar la equidad de género en la consideración del abuso sexual en las relaciones.
Amnistía Internacional enfatiza que el consentimiento sexual debe ser libre, voluntario e informado, sin coerción ni manipulación. Además, subraya la importancia de reconocer que el consentimiento puede ser específico y reversible, y que en cualquier momento durante un encuentro sexual, cualquiera de las partes tiene el derecho de detenerse.
En un contexto donde las redes sociales se convierten en plataforma para compartir experiencias íntimas, este caso resalta la urgencia de concientizar sobre la importancia del respeto mutuo y el consentimiento en las relaciones, desafiando la normalización del abuso sexual y promoviendo un diálogo reflexivo sobre estos temas.
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¿Por qué al feminismo le importa lo sucedido?
Por otra parte, la confesión plantea un escenario de violencia de género inversa, desafiando las percepciones convencionales sobre la violencia en las relaciones.
La gravedad del tema radica en la respuesta diferenciada que podría tener una situación similar si los roles fueran invertidos. En el video, Montañez narra un acto de violación, y esto, de haber sido real, podría haber llevado a una investigación por parte de las autoridades. La posibilidad de que esto sea una estrategia de marketing no disminuye la seriedad del asunto, ya que trivializar un acto de violencia en aras de la publicidad es inaceptable.
Este caso también pone de relieve las percepciones sociales arraigadas sobre la violencia de género. Aunque la violencia contra las mujeres está lamentablemente normalizada, la confesión explícita de golpes y violaciones por parte de hombres es menos común. Los roles de género estereotipados han contribuido a la percepción de que los hombres son fuertes y que las agresiones femeninas son vistas como graciosas o irrelevantes.
Es crucial destacar que el feminismo no busca la superioridad de un género sobre otro, sino la equidad de género. La igualdad implica que los hombres también deben tener el derecho de denunciar y hablar libremente sobre cualquier abuso que puedan experimentar. Este incidente destaca la importancia de abordar la violencia de género desde una perspectiva inclusiva y equitativa.
En última instancia, la confesión de ‘La Tremenda’ no solo ha desencadenado reacciones de consternación, sino que también invita a reflexionar sobre la complejidad de las dinámicas de poder y violencia en las relaciones, desafiando las percepciones tradicionales y subrayando la necesidad de un diálogo abierto y reflexivo sobre la equidad de género.
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