La Contraloría General advirtió este viernes sobre la preocupante baja ejecución del Presupuesto General de la Nación 2024 y los retos fiscales derivados de un recaudo tributario insuficiente.
El organismo señaló que estas dinámicas pueden comprometer el cumplimiento de los programas planeados y, ante la caída de la reforma tributaria, pidió al Gobierno redoblar esfuerzos para garantizar el uso efectivo de los recursos.
El balance presupuestal, con corte a noviembre de 2024, reveló una ejecución de apenas el 71,1%, la más baja en cinco años y comparable con la registrada durante la pandemia en 2020.
Según la Contraloría, se han cumplido compromisos clave como el servicio de la deuda por $79,7 billones y los gastos de funcionamiento por $233,67 billones; sin embargo, en inversión solo se han ejecutado $44,83 billones de los $100,06 billones asignados.
En términos de ingresos, el recaudo neto alcanzó los $369,74 billones, un 0,3% inferior al del mismo periodo de 2023. De este total, los ingresos tributarios ascendieron a $227,41 billones, equivalentes al 72% de la meta proyectada de $315,86 billones.
La caída nominal del 9,3% respecto a 2023 se atribuye, principalmente, a una disminución del 18% en el impuesto de renta y una reducción de $2,29 billones en impuestos externos.
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Riesgo de recursos no utilizados
La Contraloría alertó que, de mantenerse esta baja ejecución, muchos recursos podrían quedar sin usar al cierre del año.
Según sus cálculos, las pérdidas de apropiación podrían ascender a $96,87 billones. Además, el ritmo actual sugiere que las reservas presupuestales no ejecutadas podrían alcanzar $33,61 billones, lo que refleja, según el organismo, limitaciones significativas en la capacidad estatal para comprometer y ejecutar los recursos.
“Es fundamental evitar el uso excesivo de mecanismos como los convenios interadministrativos, la generación de reservas presupuestales y las fiducias, que pueden desvirtuar la eficiencia del gasto público”, señaló la Contraloría.
Hasta noviembre, se han destinado $24 billones a figuras fiduciarias, lo que obliga a reforzar la transparencia en su manejo.
Recomendaciones urgentes
En su informe, la Contraloría subrayó la necesidad de optimizar las estrategias de recaudo tributario para mitigar las presiones de liquidez y evitar depender excesivamente del crédito.
También instó a las entidades responsables a acelerar la ejecución de los recursos presupuestales, especialmente en proyectos de inversión, para evitar rezagos que limiten el desarrollo de programas estratégicos.
Finalmente, el organismo fiscalizador llamó a una reflexión sobre el modelo de ejecución presupuestal, priorizando una gestión eficiente que traduzca los recursos asignados en beneficios concretos para el desarrollo socioeconómico del país.
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