Hace dos días, la Fiscalía se encargó de imputarle a Dimas Ernesto Puerto Medina el asesinato de Manuel Eduardo Acevedo Castro, conocido como Manuelito, hecho que se registró la tarde del 15 de julio de 2020, en el barrio Las Colinas.
Unidades de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de recopilar todo el material probatorio que llevó a las autoridades a sindicar a Puerto Medina de ser el responsable de ese crimen.
Se conoció que Dimas Ernesto Puerto desde el 29 de septiembre de 2020 se encontraba gozando del beneficio de detención domiciliaria, pues fue capturado por concierto para delinquir, porque las autoridades lo señalaron de presuntamente pertenecer a una banda delincuencial dedicada al microtráfico, hurto y homicidios.
Una fuente judicial aseguró que el crimen de Acevedo se produjo en venganza por la muerte de un integrante de la familia Puerto, por lo que las autoridades avanzan en las pesquisas para seguir esclareciendo este hecho.
“Él (Puerto) fue el que condujo la motocicleta y el que disparó contra ‘Manuelito’”, dijo la fuente.
Por eso, ocho meses después del crimen, las autoridades llegaron a la casa de Dimas Ernesto, ubicada en el barrio Santo Domingo, donde se encontraba en detención domiciliaria, y le notificaron la imputación por homicidio, siendo enviado a prisión por un juez.
Extraoficialmente se conoció que Puerto también es investigado por un atraco que se registró en diciembre de 2019, alrededor del Cementerio Central, en el que resultó herida a bala una mujer.
El crimen
Quince vainillas calibre 9 milímetros quedaron alrededor del cadáver de Manuel Eduardo Acevedo Castro, quien estaba esperando a alguien en la esquina de la avenida 25, del barrio Las Colinas, el pasado 15 de julio de 2020.
Eran las 2:50 de la tarde, cuando Acevedo llegó a dicho lugar, junto con un amigo, y pasados unos minutos, un hombre en una motocicleta Yamaha Libero, negra, lo sorprendieron estacionado en otra moto y lo asesinó.
A esa hora, todo fue miedo y pánico en el lugar. Fueron más de una docena de balas que sonaron en esa esquina que colinda con un parque y la cancha de microfútbol.
El cuerpo de Acevedo quedó bocarriba y con el casco puesto, su brazo izquierdo quedó en su cuello y junto a él la moto en la que se movilizaba.