Según la subdirección de Enfermedades no Transmisibles del Ministerio de Salud y el Registro Individual de Prestación de Servicios en el 2019, en Colombia 7,5 millones de atenciones en salud estaban relacionadas con enfermedades de los ojos.
Debido a la pandemia niños, jóvenes y adultos han trasladado sus actividades presenciales a la virtualidad, a través de diferentes dispositivos como celulares, computadores, tablets, entre otros. El uso de pantallas móviles se ha incrementado y esto ha generado también un aumento en las molestias visuales como: ojos rojos, sensación de resequedad en los ojos, visión borrosa, cansancio visual, dificultad para ver de lejos después de haber estado usando durante tiempo prolongado pantallas, entre otros.
“Muchos de estos síntomas están siendo normalizados por los pacientes y en algunos casos se están automedicando sin conocer la razón de fondo de estos. Existen enfermedades que pueden causar ceguera irreversible sino son diagnosticadas y tratadas a tiempo”, comenta Marcelo Carrizosa Murcia, docente del programa de optometría de la Universidad El Bosque, Especialista en Cuidado ocular primario y Magister en Ciencias de la visión.
Al normalizar los síntomas, se dejan de lado estas enfermedades irreversibles para la visión y dejan de ser atendidas como la retinopatía diabética, el glaucoma, la degeneración macular relacionada a la edad; y también muy importante en el contexto pediátrico la retinopatía del prematuro y manejo de la ambliopía.
Este tipo de alteraciones como la degeneración macular asociada a la edad, una enfermedad progresiva en la parte central de la retina que produce una pérdida visual irreversible de la visión central en mayores de 50 años, están dejando de ser atendidas por la pandemia.
“Antes de la llegada de la COVID-19, la Organización mundial de la salud y la agencia internacional para la prevención de la ceguera, generó planes de acción para la prevención de la ceguera y deficiencia visual en el mundo, y en lo que corresponde a América latina, la prioridad estaba centrada en hacer campañas para la detección de esas enfermedades que son causantes de discapacidad visual. Sin embargo, cuando se declaró la pandemia, la demanda de servicios tanto de optometría como oftalmología se vieron impactados no solamente aquí en Colombia, sino a nivel de Latinoamérica”, menciona Carrizosa.
El reporte mundial de la visión hacia octubre de 2019 estimó que más de 2.200 millones de personas tienen discapacidad visual, esto más o menos corresponde a un 28% de lo que es la población en el mundo y al menos 1 millón podría haberse tratado o evitado.
Una de las recomendaciones del experto es volver a solicitar las citas de control, los procesos de bioseguridad se han adaptado a la situación, con el fin de darle tranquilidad a los pacientes para que no descuiden su salud visual, la demanda por los servicios de optometría y oftalmología va a continuar a aumentando en nuestro país, por eso se deben generar estrategias de atención en la pandemia y post pandemia, para que garanticen cobertura, oportunidad, igualdad, y que se prioricen patologías.
También es recomendable mantener una alimentación sana ya que ayuda a su salud en general y a la salud visual. En lo posible consumir alimentos con alto contenido de vitaminas C y E, zinc, luteína, y los ácidos grasos omega 3, los cítricos, los aceites vegetales, los cereales integrales, las verduras de color oscuro y los pescados son aconsejables para la salud ocular.