Desde los primeros lotes que donó Manuel María Trujillo, a la vereda conocida como Las Minas, nació en el municipio de Los Patios el barrio Altamira.
Diego Castro, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC), relata que, en un principio, se le construyó la primera casa del barrio a un vigilante para cuidar en ese momento la integridad del valle que hacía parte del territorio del barrio.
Debido a la irregularidad del terreno, la gente comenzó a invadir y asentarse por lo que, en el año 1990, el dueño decidió titular su extensión en lotes para venderlos a las personas interesadas. Desde esa época surgieron las primeras acciones para el nacimiento del barrio Altamira.
“Trujillo siempre quiso que su barrio fuera urbanizado, que tuviera una nomenclatura y garantizar el acceso a los servicios públicos domiciliarios como energía eléctrica, gas natural y el alcantarillado”, comentó Castro.
Además, Trujillo tenía la intención de vender casas de dos pisos. En el barrio existe una casa esquinera, hoy una tienda, que era la vivienda modelo predilecto del dueño de los terrenos para replicar en todas las casas, sueño que tuvo que abandonar pues al titular los terrenos, los nuevos dueños tenían libre disposición de modificar el espacio como quisieran.
Hoy, Altamira es de pequeña extensión, posee tres cuadras verticales más otra calle transversal que las une. Sin embargo, el barrio posee un gran porcentaje de casas en segundo piso debido al esfuerzo y empeño de los habitantes y vecinos del sector. En total lo componen 135 lotes y 2 lotes más en condición especial por ser escenarios de esparcimiento social.
Llegaron a tener personería jurídica, según la resolución 1720 del 1 de julio de 1999, gracias a la voluntad de un grupo de vecinos y al líder más antiguo del barrio: Eduardo Santamaría Arévalo, fallecido a causa de la pandemia. Santamaría fue líder comunal por cuatro periodos (16 años) y fue quien promovió la constitución y creación de la JAC, liderando múltiples causas del sector.