Para celebrar una ocasión especial en familia o en pareja, lo primero es agendar un buen restaurante, pero si se trata de probar una nueva experiencia qué tal le parece llevar el chef a su casa.
Aunque para algunos se trata de algo novedoso, lo cierto es que este tipo de servicio surgió con la pandemia que se desató en el mundo desde inicios del 2020 y se quedó como una nueva alternativa a la hora de festejar, pero de manera más privada y con menús personalizados para cumpleaños, bautizos, matrimonios, cenas románticas, entre muchos más.
Hoy en día, destacados chefs nacionales e internacionales ofrecen ir a su cocina a través de las redes sociales y en sus fotos y videos se pueden observar sus innovadoras y exquisitas entradas, platos fuertes y postres.
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Entre las principales motivaciones sobre el porqué contratar a un chef a domicilio, algunos de ellos exponen en sus cuentas que la experiencia inicia desde despreocuparse porque el restaurante este lleno o no haya un parqueo para su vehículo hasta disfrutar con sus invitados sin preocupaciones, gozar de una comida aún más fresca (preparada delante de los asistentes) y ni siquiera pensar en quién va a lavar los platos, porque todo va incluido con el servicio.
En la ciudad
Rubi Cárdenas es una reconocida chef en Cúcuta con amplia experiencia en restaurantes como Criterión by Jorge Rausch y jefe de cocina de JW Marriot, quien ha incursionado con éxito en el servicio de chef en casa. Para ella esta también es una nueva experiencia fuera de las cocinas de los lujosos restaurantes, donde alcanzaba a servir 300 platos diarios. Su experiencia gastronómica en Bogotá y su toque propio de sabores la distinguen con otro tipo de comida a la ofrecida en la capital nortesantandereana.
“La diferencia de ser chef en casa es grandísima porque uno es parte de todo el proceso a diferencia de un restaurante, donde uno solamente está en la cocina, en la parte de ensamble (…) aquí está tu nombre de por medio”, señala.
Para ella, entre lo más importante esta la privacidad, sin el ajetreo de un restaurante y la frescura que representa el pasar el plato del fogón a la mesa, diferente a los banquetes a domicilio, donde la comida puede sufrir contratiempos.
“Es muy satisfactorio porque la gente queda muy contenta y es muy chévere el feedback de cuando terminas el evento poder acercarte e ir a la mesa y explicar el plato, es algo muy personalizado”, agrega.