Corría el año 1944 cuando en el sector conocido como ‘Los Sauces’ se cimentaron los orígenes de uno de los barrios más icónicos de la comuna 2 del área metropolitana: Popular. Surgió de un programa de vivienda a cargo del Gobierno Nacional para personas de clase media.
Cuentan los habitantes más antiguos, que al principio se construyeron un total de 50 casas (muchas de ellas vigentes en la actualidad), pero años más tarde se inició una extensión urbanística dentro del mismo.
En palabras de los vecinos, muchos descendientes de aquellos residentes fundadores continúan viviendo en las mismas viviendas que sus antepasados, lo cual se volvió toda una tradición para estas familias.
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Debido a la inmensa cantidad de visitantes que recibía el sector cada fin de semana, fue bautizado como ‘Popular’, pues eran decenas de personas que venían de cualquier parte de la capital nortesantandereana para hacer un recorrido con sus familias por el sector.
Llegaron los colegios
Fue entonces cuando llegaron las instituciones educativas al barrio, que además de aportar desde la academia, también hicieron lo propio con la religión, pues los directivos del Instituto Salesiano San Juan Bosco o el colegio La Salle, son de comunidades religiosas.
Para Fabiola Villamizar Galvis presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC), la Parroquia María Auxiliadora, ubicada en la calle 7, “la comunidad salesiana fue la máxima responsable de construir el centro religioso, gracias a la donación de dos personas que cedieron el lote”.
En primera instancia, según Galvis, se construyó la icónica torre, y el 31 de enero de 1973, se dio apertura al centro religioso, que surgió como respuesta a las necesidades de los residentes católicos.
El parque principal
No cabe duda de que el parque principal del Popular, ubicado entre los colegios Instituto Salesiano San Juan Bosco y San Francisco de Sales, es el mayor escenario de esparcimiento para los 1.200 habitantes del barrio.
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La lideresa, quien reside en el barrio Popular desde hace 63 años, recuerda que al inicio eso era tierra, pero con la gestión de la comunidad se pudieron obtener los recursos para embellecer al parque, antes de que las administraciones municipales intervinieran en el lugar.
Baloncesto, deporte rey
Un rasgo que hace distintivo al barrio es que desde sus inicios se ha incentivado a la práctica del baloncesto, convirtiéndolo en su disciplina emblema, y en el polideportivo, a un lado del parque principal
Los hurtos de contadores de agua y autopartes ya se volvieron habituales en este sector, muestra clara de la situación de zozobra e inseguridad en que está inmerso el barrio, lo cual tiene preocupada a su comunidad.
Para los residentes, todas las respuestas conducen a una misma población: los habitantes de la calle, quienes son los encargados de generar una atmósfera de intranquilidad en las calles que conectan al barrio.
Acorde a la opinión de la lideresa, “varios de ellos se montan en los techos de las casas para robarse el cheque de las bombonas; es una situación desesperante para nosotros los que vivimos aquí”.
Casona abandonada
Un dinamizador de inseguridad es una vieja casona abandonada durante mucho tiempo sobre la avenida Gran Colombia, que según los residentes más antiguos, data de los inicios del barrio.
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Según se conoció, la casona se convirtió en un punto de encuentro “donde las personas en indigencia se reúnen para consumir sustancia alucinógenas, quemar algunos objetos y tener relaciones sexuales”, mencionó la lideresa comunal.
Debido a estos y otros factores, lo que otrora era un lugar residencial pasó a ser una olla, además de un foco de contaminación, pues de la vivienda emanan malos olores que incomodan a residentes y transeúntes.
Otro causante de inconformidad para los residentes es el mal estado de las vías del barrio, las cuales se han deteriorado con el tiempo pero no han recibido pavimentación alguna, afectando a varios gremios en común.
Tanto las tiendas y establecimientos comerciales como los estudiantes de los colegios La Salle, San Francisco de Sales y el Instituto Salesiano San Juan Bosco se ven afectados a causa de la problemática, así como también los diferentes centros de asesorías jurídicas esparcidos por todo el barrio.
Son varios los factores por los cuales las vías se han deteriorando, relacionados con el paso del tiempo, la falta de mantenimiento y la negligencia de parte de algunas administraciones municipales.
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Pese a que las calles del barrio han quedado priorizadas en los programas de recuperación vial en anteriores Alcaldías, son pocas a las que se les ha hecho un mantenimiento, “lo que nos perjudica porque en sector confluye una cantidad alta de vehículos diariamente”, sostuvo la lideresa.
No las arreglarán
De acuerdo a la información suministrada por la Secretaría de Infraestructura, todo parece indicar que el estado de la capa asfáltica en el barrio se quedará tal y como está, pues a través del programa comunidad - gobierno, se priorizarán aquellas vías que pertenezcan al transporte público municipal.
Por ende, se puede inferir que no habrá ningún cambio en torno a esta situación, a menos que la JAC haga una solicitud extraordinaria para darle alguna solución a esta problemática, la cual lleva años afectando a la comunidad del barrio Popular.
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