El atentado armado contra el senador y precandidato Miguel Uribe Turbay, ocurrido durante un evento político en Bogotá, ha generado una oleada de preocupación entre congresistas, especialmente de la oposición, quienes hoy cuestionan seriamente las garantías de seguridad en medio de un clima político cada vez más polarizado.

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El senador Miguel Uribe, quien resultó gravemente herido tras recibir un disparo por parte de un menor de 14 años, permanece en estado crítico en la Fundación Santa Fe. El hecho ha sacudido al Congreso, donde representantes de distintos partidos han manifestado su inquietud por la escalada de violencia y la fragilidad de los esquemas de protección.

Uno de ellos es Julio César Triana, representante a la Cámara por Cambio Radical, quien expresó en declaraciones al medio Semana que algunos parlamentarios están contemplando sacar a sus familias del país como medida preventiva.

“Lamentablemente, muchos congresistas hemos empezado a hablar con nuestras familias y estamos pensando en sacarlas del país. Eso sería una triste noticia, pero refleja el nivel de inseguridad que enfrentamos”, declaró Julio César Triana.

Triana fue enfático en señalar que nunca antes la oposición había sentido tanta distancia del Gobierno como en la actual administración. “Es curioso que Petro, quien fue oposición durante décadas, no priorice hoy la seguridad de sus opositores. Lo mínimo que se esperaría es un compromiso público para moderar un lenguaje que puede estar incitando a la violencia”, aseguró.

Exigen garantías sin sesgos ideológicos

La incertidumbre no solo se limita a las palabras. El representante Duvalier Sánchez, del partido Alianza Verde, se sumó a los llamados por garantías reales para la oposición. Según él, el Estado debe responder con esquemas de seguridad efectivos, sin demoras ni sesgos ideológicos. “La UNP actúa con lentitud, y uno esperaría que no lo haga influenciada por motivaciones políticas. El deber de quienes están en el Estado es proteger, independientemente de las ideas”, afirmó.

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Sánchez también hizo un llamado a que se fortalezca el diálogo político en Colombia, resaltando que sin garantías para la vida de los contradictores, la democracia se ve amenazada.

Las advertencias de los congresistas van más allá del momento actual. Para Triana, la situación recuerda peligrosamente el camino que siguió Venezuela, donde, afirma, “los opositores tuvieron que abandonar el país”. En su opinión, si esta tendencia se consolida, Colombia estaría siguiendo un modelo que pone en jaque la democracia misma.

Mientras la salud del senador Miguel Uribe se debate entre la vida y la muerte, el país enfrenta un debate de fondo: ¿están dadas las condiciones para hacer política desde la oposición sin arriesgar la vida?

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