La emergencia por el huracán Erick sigue creciendo en el estado de Guerrero, México. Diez municipios se encuentran en alerta máxima debido a la intensificación del fenómeno natural, que ha obligado a activar los planes de emergencia DN-III y Marina, con apoyo de la Guardia Nacional, la Sedena, la Semar y autoridades estatales y municipales.
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Esta situación agrava la vulnerabilidad de un estado que aún no se recupera de anteriores desastres como los huracanes Otis (categoría 5) y John (categoría 3). Además, las recientes lluvias provocadas por la tormenta tropical Dalila colapsaron el paso provisional sobre el río Omitlán, en el municipio de Juan R. Escudero, dejando incomunicadas a comunidades como Tecoanapa, Ayutla y Florencio Villarreal (Cruz Grande), ubicadas en la región de Costa Chica.
Paso provisional destruido y aislamiento prolongado
El puente provisional, construido tras el colapso del puente original en septiembre de 2024 a causa del huracán John, había sido inaugurado en marzo de este año como una solución temporal. No obstante, los vecinos ya advertían que no resistiría las lluvias intensas. Las previsiones se cumplieron: las fuertes precipitaciones del pasado fin de semana provocaron su destrucción total.
Este nuevo colapso prolonga aún más el aislamiento de las comunidades, que enfrentan graves dificultades para movilizarse y acceder a servicios básicos. Según reportes del medio Sur Acapulco, algunos habitantes deben esperar hasta dos horas para poder cruzar el río, dependiendo de la instalación de lozas improvisadas.
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Otros, como Raúl Felipe, vecino de Ayutla, señalaron que la única alternativa para llegar a Chilpancingo es tomar una ruta más larga por Acapulco, lo que complica aún más la movilidad y la actividad económica.
Obras retrasadas y críticas a las autoridades
Aunque la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) inició en abril la construcción del puente definitivo, las obras aún no concluyen. Se estima que la infraestructura estará lista en diciembre, pero los pobladores han expresado su frustración por los retrasos y la falta de soluciones efectivas.
El paso colapsado había sido construido con apoyo de las comunidades locales y gobiernos regionales como medida de emergencia, pero las condiciones climáticas extremas de la región evidenciaron la fragilidad de dicha solución temporal.
Guerrero: una región golpeada por fenómenos naturales
La situación en Guerrero pone de manifiesto la necesidad de infraestructuras resilientes ante fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes. Con huracanes como Otis, John y ahora Erick, además de las secuelas de la tormenta Dalila, el estado se ha convertido en una zona de alta vulnerabilidad, donde la recuperación se ve constantemente interrumpida por nuevas emergencias.
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