El gobierno de Nicolás Maduro activó esta semana una serie de ejercicios militares en la isla La Orchila, ubicada en el Caribe sur, en medio de la creciente tensión con Estados Unidos, que recientemente reforzó su presencia naval en la zona con ocho buques destinados a operaciones antinarcóticos.
De acuerdo con el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, las maniobras incluyen el uso de drones artillados, submarinos no tripulados, aviones de combate y equipos de guerra electrónica. “Nos preparamos ante la amenaza vulgar y directa de los Estados Unidos”, declaró el alto funcionario.
La Orchila, un territorio insular de 43 kilómetros situado a unas 97 millas náuticas de La Guaira, se convirtió en el epicentro de la operación militar denominada Caribe 200. Imágenes difundidas por la televisión estatal mostraron lanchas anfibias, sistemas de artillería de origen ruso y buques de guerra en movimiento. Según las autoridades, participan 12 embarcaciones de la Armada, 22 aeronaves y unos 2.500 soldados, además de la llamada “milicia naval especial”.
El despliegue se produce pocos días después de que guardacostas estadounidenses interceptaran durante ocho horas una embarcación pesquera en aguas cercanas, hecho que Caracas denunció como un acto de hostigamiento.
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Estados Unidos, por su parte, mantiene operativos en el Caribe con el argumento de combatir el narcotráfico. El propio presidente Donald Trump aseguró que desde inicios de septiembre se han neutralizado tres barcos vinculados al tráfico de drogas, con un saldo de 14 fallecidos. Washington acusa a Maduro de liderar estructuras criminales y ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por su captura.