Álvaro Beltrán Flores escapó a un municipio del Cesar luego de dejar marcada de por vida a una menor, de apenas 7 años de edad, tras someterla a varios abusos sexuales durante el año pasado.

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Fue en la vereda Hato Grande, del municipio de Toledo, que Álvaro aprovechaba su cercanía con la familia para realizar actos indebidos con la menor, en uno de estos casos fue visto por alguien, que lo atrapó en flagrancia y de inmediato denunció el caso.

Mientras la niña decidió confesar todo lo sucedido a las autoridades, el responsable, de 31 años, escapó a una finca en la zona rural del municipio San Alberto, del Cesar, donde empezó a laborar.

Pero su pasado no fue borrado, y la Policía de Norte de Santander le siguió los pasos, planearon un operativo y en recientes días, Cuando Álvaro volvió a Norte de Santander, lograron capturarlo en la avenida Francisco Fernández de Ocaña, bajo orden judicial.

Beltrán fue judicializado y aunque no aceptó los cargos un juez de control de garantías lo envió a prisión por el delito agravado de acceso carnal violento con menor de 14 años.

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