Al cumplirse tres meses exactos de la desaparición de José Trinidad Rodríguez García, los allegados del reconocido agricultor oriundo de Convención por fin pueden tener la tranquilidad de que el presunto responsable de su secuestro y posterior asesinato está tras las rejas, se trata de Johan Andey Bohórquez Pallares.
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Desde el atroz crimen perpetrado en el pasado mes de abril, fueron los propios familiares de Chepe, como era conocido José Trinidad, quienes empezaron a apuntar a un solo nombre, el mecánico que estuvo arreglando la camioneta de Chepe, su última tarea en vida.
Desde el 13 de abril, Domingo de Ramos, cuando encontraron el cuerpo de la víctima, el destino de su victimario parecía sellado y con una gran investigación en su contra por parte de la Policía de Norte de Santander, el peso de la ley le cayó a Johan en el sector Carretera Central de Ocaña.
Según la investigación, desde el homicidio y al verse atrapado por la justicia, Johan habría pasado sus últimos meses de libertad consumiendo alcohol para tratar de olvidar su culpa. Fue precisamente en un establecimiento de este estilo, donde las autoridades le llegaron con una orden de captura, para ponerlo tras las rejas.
Johan es acusado de secuestro, homicidio y hurto calificado por privar de su libertad a Chepe, robarle dinero y partes de su camioneta. Luego degollarlo con un cuchillo, según la investigación.
Luego de las audiencias, el señalado fue enviado a prisión y puede que se le unan más implicados en el atroz crimen, pues según información oficial, hay más personas involucradas, entre esas estarían familiares de Johan.
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Triple crimen
Chepe vivió una vida tranquila, pero sus últimos días fueron totalmente opuestos, todo por una serie de eventos generados por la necesidad de encontrar un repuesto para su camioneta Toyota Hilux 4x4 azul, la tercera gran protagonista de esta historia.
Dos meses antes del crimen, el agricultor se habría puesto en contacto con su mecánico de confianza, Johan, para reparar el vehículo. Era necesaria una pieza encargada desde Bucaramanga, que costaba aproximadamente un millón quinientos mil pesos, dinero que Chepe entregó sin dudarlo.
Pasó mes y medio, el repuesto no llegaba, y el mecánico empezó a poner excusas, argumentando que por complicaciones habían surgido costos adicionales al total de la reparación. Siguió pasando el tiempo y no había respuestas. En ese momento Chepe fue a Ocaña para reclamarle a Johan, quien le aseguró que en unos días llegaría.
El 9 de abril, por medio de una llamada, el hombre fue citado en Ocaña para adelantar el trabajo, al día siguiente Chepe salió de su finca en la vereda Travesías, en Convención, con dos millones de pesos en el bolsillo, se dirigió al taller mecánico.
Se encontraron y en la Hilux fueron a buscar el repuesto, pero no estaba allí, en su lugar estaría un primo de Johan, quien se subió al vehículo y habrían amarrado a la víctima. Pusieron rumbo al santuario Agua de La Virgen, mientras le intentarían sacar la clave de una cuenta bancaria, que tendría un saldo de diez millones de pesos.
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Al negarse, los victimarios habrían decidido degollar a Chepe con un cuchillo en la vereda La Madera. Una vez consumado el homicidio, habrían abandonado el cuerpo en una zona boscosa y lo cubrieron con bolsas y cartón, luego condujeron hacia Agua de La Virgen.
En un punto de este tramo, habrían desvalijado el vehículo, extrayendo algunos repuestos valiosos, que serían vendidos por cinco millones de pesos en el centro del municipio.
El 11 de abril el vehículo fue hallado, sin pista de Chepe. El caso llegó al Gaula Militar y el Gaula Denor, quienes encontraron el cuerpo el 13 de abril.
Teniendo en cuenta los últimos momentos de Chepe, sus familiares apuntaron de inmediato a Johan, su mecánico. Precisamente el taller en el que trabajaba fue cerrado poco antes de que las autoridades llegaran a interrogarlo.
Según fuentes extraoficiales, el hombre habría pasado sus últimos meses en el municipio Aguachica, Cesar, gastando el dinero robado en licores y espectáculos, disfrutando sus momentos finales de libertad.
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