Su carácter es tan fuerte como entrañable: Limón puede sentarse justo en medio del pasillo, sin moverse ante el paso constante de personas y carretillas. Y las redes lo confirman con comentarios como: “El Patrón se sienta donde quiere”, “Es su central, él manda”, o “Los intrusos somos nosotros, él es el dueño”.
Aunque a veces lo llevan a casa, sus cuidadores afirman que Limón no está hecho para la vida doméstica. Siempre regresa al mercado, su verdadero hogar, donde ha creado una rutina y es querido por todos.
Más allá de su carisma, su historia también refleja un esfuerzo por cuidar a los animales del lugar. En 2021, tras varias denuncias por maltrato y abandono de perros y gatos, la Central inauguró un albergue temporal para animales. Este espacio busca garantizar condiciones dignas y atención médica, como parte de la Ley de Protección Animal de la CDMX.
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