El año comenzó un tanto difícil para el sector carbón de Norte de Santander, luego que los grupos armados en la zona rural reactivaran sus amenazas contra los empresarios mineros. La Opinión conoció que estos delincuentes están prohibiendo la salida de la producción.

Al parecer, por las fiestas navideñas, las organizaciones al margen de la ley que hacen vida en el territorio pactaron tácitamente cesar sus acciones, pero esa decisión habría llegado a su fin en los últimos días, lo cual pone en riesgo el sustento de centenares de trabajadores y sus familias, cuyos ingresos los obtienen a través del empleo en las minas.

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Los empresarios afectados desconocen cuáles grupos están detrás de estas amenazas. 

Para conocer qué soluciones se están buscando a esta situación, La Opinión habló con la gerente de la Asociación de Carboneros de Norte de Santander (Asocarbonor), Margarita Contreras, quien informó que ha mantenido conversaciones con los empresarios y recordó que en diciembre pasado acordaron una reunión a mediados de enero con las autoridades, para definir la estrategia de seguridad de este año.

Al encuentro asistirán mineros agremiados, altos mando del Ejército y la Policía y delegados de la Gobernación. Contreras afirmó que el nuevo secretario de Gestión Minero y Energética Sostenible, César Castillo Vargas, se comunicó con ella para organizar una reunión esta semana.

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César Castillo señaló que, tras dialogar con el gobernador William Villamizar y siguiendo sus directrices, decidieron convocar una mesa técnica de trabajo, que se desarrollaría este martes, con autoridades civiles, militares y representantes del gremio del carbón.

Indicó que el objetivo es establecer lineamientos, revisar avances de la situación y hacer acompañamiento. 

“De la misma manera, la Fuerza Pública lleva cabo actividades de control en las vías y analiza la situación. Tenemos comunicación constante con la alcaldesa (Diomara Montañez Peñaranda) para informar sobre avances de la misma situación”, agregó el secretario de Gestión Minero y Energética Sostenible.

En septiembre del año pasado, se vivió un escenario similar, cuando se conoció que los empresarios del carbón en Sardinata, principalmente de las veredas San Roque y Cerro La Vieja, estaban siendo víctimas de extorsiones y amenazas con disparos, por el no pago de estas.

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En uno de los casos, hombres armados dispararon contra las instalaciones de una mina, para intimidar a los trabajadores y a los encargados. Con el fin de proteger al personal, las operaciones en el yacimiento se suspendieron.

Un escenario parecido se vive en la zona rural de Cúcuta, aunque actualmente la situación está tranquila. Pero en julio pasado, un ataque con explosivos del Eln a la planta de coquización de Incolmine, en el corregimiento San Faustino, dejó un trabajador muerto.

Según gremios de la región, la cadena de valor del carbón, la hulla y el coque es una de las principales actividades económicas del departamento, genera más 70.000 empleos entre directos e indirectos y parte del crecimiento de la región en los años 2021 y 2022 se dio gracias a esta industria.

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