Por orden de la inspectora de Policía segunda urbana de Cúcuta, María Virginia Sandoval Torres, ayer, fue desalojada la invasión que había desde hace tres meses en un lote colindante con las torres de Cormoranes.
Un enorme dispositivo hecho por la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), se encargó de sacar a cerca de 438 familias que se habían asentado en ese lote que tiene una extensión de seis hectáreas, y que bautizaron como ‘La Mano de Dios’.
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La funcionaria explicó que el 17 de julio pasado, las autoridades sacaron a las familias, pero nuevamente invadieron el lote, por lo que se instauró una querella para ordenar el desalojo de las personas que construyeron unos cambuches en ese terreno privado.
“Como (las familias) volvieron a levantar ranchos de tabla y techo de zinc, los propietarios pusieron una querella y dándole trámite, fuimos al lote nuevamente y se profirió la resolución en la que se ordenó el ‘estatus quo’: el terreno debía volver al estado en el que se encontraba antes de la invasión”, dijo la inspectora.
El pasado 22 de septiembre, los policías que debían expulsar a las familias, desacataron esa directriz porque había una ‘orden presidencial’.
Pero, luego de un mes, esa directriz se cumplió finalmente. Ayer, desde las 3:00 de la mañana, varias unidades de la Policía llegaron al lugar para pedirles a las familias que sacaran sus enseres.
En la diligencia estuvieron presentes funcionarios de la Personería de Cúcuta, Defensoría del Pueblo, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y Alcaldía de Cúcuta.
La jornada de desalojo
Se conoció que las familias pudieron sacar sus enseres, pero algunos de los residentes se negaron y atacaron a las autoridades con piedras, por lo que el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) intervino y disparó granadas de humo para dispersarlos.
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Esa situación habría provocado que varios habitantes resultaran lesionadas. También cuatro personas fueron detenidas.
El coronel Juan Carlos Ramírez, comandante de la Mecuc, indicó que en el desalojo participaron más de 400 uniformados. “Inicialmente se agotaron las vías de diálogo y mediación, al no ser posible se procedió a desalojar, utilizando la fuerza dentro del marco legal establecido”.
Michelle Barrios, quien fue desalojada, calificó de injusto ese proceso. “Nos habían hablado de una reunión para llegar a un acuerdo, no de sacarnos como lo están haciendo. Es injusto porque no tenemos dónde pasar la noche”.
Una funcionaria de la Personería de Cúcuta indicó que “hubo lesionados por parte de la Policía (…) Hubo una señora que en un momento de pánico sufrió un percance, pero fue atendida por personal médico… Respecto a los menores, el ICBF los direccionó junto con sus padres”.
Y agregó que en la primera intervención se dialogó con la comunidad, pero se agotaron las instancias jurídicas, por lo que se debió llevar a cabo el desalojo. “Se solicitaron ambulancias, por si había altercados. Todo se trató de llevar de manera pacífica”.
¿Allá vivían víctimas del conflicto?
Alirio Riveros, miembro de la Mesa de Víctimas de Cúcuta, indicó que en ‘La Mano de Dios’ vivían cerca de 250 personas víctimas del conflicto armado y que no habrían respetado la condición de esta población.
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“Lamentablemente la inspectora no ha identificado a la población vulnerable que hay víctima para tomar estas acciones inhumanas, porque ella cita hoy (ayer) a la comunidad a una audiencia y no a un desalojo, que es diferente”, dijo Riveros.
La situación legal de las invasiones
Hidela María Benítez Hernández, secretaria de Gobierno de Cúcuta, explicó que la invasión de tierras es un delito penal que debe denunciar el propietario del predio.
“De allí que, según el Artículo 81 de la Ley 1801 del 2016, 48 horas después de la ocupación del predio se hace la expulsión, coordinada por la Policía”, sostuvo la funcionaria.
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