María Josefa Contreras fue diagnosticada de cáncer de mama a sus 62 años. Ella nació y se crio en Cucutilla, donde pocas veces acudió a un chequeo médico. Luego de comenzar a presentar unos fuertes dolores en el seno derecho y notar una apariencia fuera de lo normal, decidió ir hasta el puesto de salud de la vereda. Algo andaba mal y ella nunca lo supo.
Al médico general del centro de salud le bastó con ver el seno de doña María para saber su diagnóstico: cáncer de mama. “Usted tiene cáncer, váyase a Pamplona a que le hagan los exámenes para corroborar el diagnóstico”, le dijo el doctor sin titubear.
María, consternada, se fue hasta Pamplona donde los resultados dieron positivo. Su recorrido no se detuvo en este punto, pues le tocó venirse a Cúcuta para operarse y seguir los dos tratamientos médicos que necesitaba (quimioterapia y radioterapia).
Su cáncer estaba en estadio 4. La decisión de los médicos fue aplicarle ciertos paliativos médicos para prolongarle la vida, porque la enfermedad ya había avanzado mucho y en total silencio.
Esto mantiene preocupado a los especialistas en Norte de Santander. Los pacientes están llegando con diagnósticos de cáncer avanzados.
Oscar Mauricio Hernández, oncólogo radioterapeuta del Hospital Universitario Erasmo Meoz, explicó que la mayoría de los pacientes que están llegando presentan “estadios avanzados, y es muy poco el cáncer temprano que se diagnostica”.
Los cánceres se clasifican normalmente en cuatro estadios, que va del estadio 1 hasta el 4. Estos estadios hacen referencia hasta dónde se ha extendido la enfermedad. “Entonces, los estadios tempranos suelen estar localizados en el sitio donde se originó el tumor y no se han extendido a otros órganos”, detalla.
Mientras que los estadios más avanzados (3 y 4) suelen referirse a tumores que ya han hecho metástasis fuera de su sitio de origen. “En estos casos la intención de tratamiento suele cambiar porque son pacientes que ya de entrada son incurables y cuyos tratamientos se hacen con fines paliativos para ayudar a mejorar la calidad de vida, aumentar la supervivencia, la sobrevida y aliviar los síntomas”, indica el especialista.
Leonardo Fernández Ustariz, especialista en hemato-oncología pediátrica de la Clínica de Cancerología de Norte de Santander y egresado de la Universidad de Buenos Aires, explica que a ellos se les han presentado casos en los cuales el paciente llega a la consulta con síntomas clínicos (palidez, fiebre, pérdida de peso, equimosis, ganglios, masas). Indica que muchas veces “hay casos en los que existe demora de los padres, demoras en atención, demoras en estudios diagnósticos y también demoras en citas”, indica.
Manifiesta que hay una serie de acontecimientos desde el proceso de inicio hasta la llegada del paciente infante al especialista, y enfatiza en que incluso una vez evaluado por el especialista, con el tema de las autorizaciones también es importante el tiempo para llegar a tener un diagnóstico y un tratamiento oportuno.
“El Gobierno reglamentó la ley de Cáncer Infantil 1388 de 2010, en la cual se establece la Ruta del Cáncer. Eso quiere decir que tan pronto se considere que el paciente tiene una sospecha de alguna de estas patologías, se encienden las alarmas a partir de ese momento (notificación del caso) y se le hace seguimiento al caso para determinar los tipos de atenciones, diagnóstico y tratamientos”, explica Fernández.
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Las falencias
El especialista del Hospital Erasmo Meoz precisa que se cree que las falencias se están dando en el tema de promoción y prevención de esta enfermedad. “Desafortunadamente hay restricciones para que los pacientes accedan a exámenes y a pruebas de tamizaje”, explica Hernández.
Estas pruebas de tamizaje, explica el doctor, deben enfocarse en los grupos poblacionales de riesgo a través de las Empresas Promotoras de Salud (EPS).
El Centro de Prevención y Diagnóstico Temprano (CPreD) del Instituto Nacional de Cancerología indica que estas pruebas se realizan dependiendo de la edad y el sexo, según las rutas de atención en salud del Ministerio de Salud. “Son pruebas sencillas que no requieren consulta previa con médico general”, indica.
Por ejemplo, las mujeres tienen la citología y la mamografía; mientras que en el caso de los hombres está el antígeno prostático; y para ambos sexos, luego de los 50 años, la prueba de la colonoscopia.
“Si existen síntomas digestivos, está la endoscopia de vías digestivas. Se debería favorecer para que estos grupos de población vinieran a hacerse este tipo de pruebas porque desafortunadamente solo acuden cuando presentan síntomas, pues nuestra cultura es ir al médico cuando estamos enfermos”, refiere el oncólogo radioterapeuta del hospital.
El director del Instituto Departamental de Salud (IDS), Carlos Martínez, enfatiza la importancia de la prevención. Aseguró que el 40% de los cánceres se pueden prevenir al reducir la exposición a los factores de riesgo.
Estos factores incluyen el consumo de tabaco, baja ingesta de frutas y verduras, el uso nocivo de alcohol y la falta de actividad física.
Ana Karina Celis, directora ejecutiva de la Liga contra el Cáncer seccional Cúcuta, explica que la prevención resulta vital para esta enfermedad y precisa que desde esta entidad están desarrollando campañas informativas y de sensibilización sobre la patología.
“Hacemos brigadas desplazándonos a sitios vulnerables y a otros municipios, donde brindamos jornadas de detección temprana de cáncer de seno, próstata y cérvix”.
El funcionario del IDS refiere que en Norte de Santander los pacientes que son diagnosticados con cáncer de los otros municipios, distintos a Cúcuta, deben obligatoriamente acudir a la capital nortesantandereana para cumplir sus tratamientos.
En Cúcuta están centralizadas las atenciones para este tipo de patologías, tanto para el tratamiento de quimioterapia como de radioterapia.
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En números
En Norte de Santander, según el boletín epidemiológico número 52 del año pasado del Ministerio de Salud, se registraron 507 casos de cáncer para este periodo: 48 en menores de 18 años, 298 de cáncer de mama y 163 de cuello uterino, de 5.696 que se registraron en todo el país.
El especialista en hemato-oncología pediátrica explica que los tipos de cáncer más comunes que se presentan en los infantes son las leucemias, linfomas, tumores del sistema nervioso y tumores renales.
El director del Instituto Departamental de Salud (IDS) explica que la mortalidad en el departamento por el cáncer ha venido en aumento. Detalla que para el 2018 el cáncer de próstata ocupa el primer lugar en la tasa de mortalidad con 16 por cada 100.000 habitantes, seguido del cáncer de mama con una tasa de mortalidad de 15 por cada 100.000 habitantes.
“Según el sistema de vigilancia de salud pública el cáncer de mama y cuello uterino han venido en aumento en los últimos dos años. Para el 2018 se notificaron 225 casos de cáncer de mama y en el 2019 se notificaron 385. Mientras que para el cáncer de cuello uterino se pasó de 103 casos en el 2018 a 150 el año pasado”, detalló Martínez.