“No nos toma por sorpresa, era algo que se sabía que podía pasar en cualquier momento”, así fue como algunos habitantes de la tercera etapa del barrio Las Coralinas describieron el ataque a bala en el que murió José David Acosta Guerrero y del que su hija, de 13 meses de nacida, resultó herida con un impacto en un brazo.
El pistolero aprovechó la rutina que diariamente tenía Acosta Guerrero, de 29 años, conocido como Davicito, cada vez que salía en su motocicleta a llevar a su pequeña hija para dejarla al cuidado de la abuela y posteriormente transportar a su esposa hacia su lugar de trabajo, para cometer el ataque a bala.
Según se conoció, sobre las 8:00 de la mañana de ayer, un hombre con apariencia de obrero de construcción, que estaba esperando a la víctima en un parque ubicado frente a su casa, se le acercó y empezó a dispararle de manera indiscriminada.
“Se oyeron como ocho disparos. Él (Acosta) acababa de sacar la moto y tenía el casco de protección puesto, la esposa tenía a la bebé en los brazos, cuando ocurrió el hecho”, explicó un testigo.
Cuando el homicida se percató de que ‘Davicito’ cayó al piso agonizante, huyó corriendo del lugar, al parecer, en busca de su cómplice que lo esperaba en una motocicleta en la esquina.
Después, todo se convirtió en momentos de angustia y pánico, para auxiliar a José David Acosta y la pequeña.
Sin embargo, uno de los vecinos que salió rápidamente de su casa, se percató de que la niña de 13 meses había sido impactada en un brazo, por lo que ayudó a trasladarla a un centro médico.
“Le ayudamos a hacer un torniquete con cartón y de una vez la monté a la moto y la llevamos al Policlínico de Atalaya”, dijo el vecino.
Los rastros de sangre de la menor de edad quedaron en el pavimento de la carretera.
Mientras tanto, los vecinos alertaron a las unidades de la Policía Metropolitana de Cúcuta, que están en la estación de San Fernando del Rodeo, a pocos metros del lugar del hecho, por lo que de inmediato arribó a la escena y ayudó a trasladar a la víctima al Hospital Universitario Erasmo Meoz.
“Se veía muy mal (Acosta), pero fue trasladado rápidamente al centro médico”, explicó una fuente judicial cercana a las pesquisas.
Papá e hija fueron atendidos por los médicos, pero horas después, José Acosta Guerrero no pudo seguir luchando por su vida y finalmente murió.
Uno de las balas le rozó la cabeza y las demás le impactaron en la espalda.
Antecedentes
José David Acosta era reconocido por las autoridades, pues en 2014, fue capturado por la Policía Metropolitana de Cúcuta, señalado de robarle un celular a una pareja, intimidándola con un revólver.
Cuando los policías fueron alertados por los gritos de auxilio de las víctimas, iniciaron una persecución para detener a ‘Davicito’, quien al percatarse de la presencia de los uniformados sacó el arma y les disparó para tratar de huir.
Sin embargo, algunas cuadras más adelante, los policías lograron interceptarlo y le incautaron un revólver calibre 32, con seis cartuchos y dos de ellos percutidos, además de recuperar el celular de alta gama que se acababa de robar.
Por este hecho, Acosta estuvo detenido en la cárcel por hurto calificado y agravado y, hace aproximadamente 3 años recobró su libertad.
Las autoridades indagan los móviles del hecho, pues las primeras pesquisas indicarían que se trataría de un ajuste de cuentos por temas de microtráfico.