La tensión que generan muchos videojuegos y las malas posturas que jóvenes y adultos adoptan ante las pantallas terminan afectando a la musculatura de la espalda, provocan dolor y aumentan el riesgo de sufrir contracturas en cervicales, dorsales y lumbares, según ha advertido el fisioterapeuta y colaborador de Angelini Pharma, Pablo de la Serna.
"Las largas horas ante las pantallas, y más particularmente dedicadas a los videojuegos, han supuesto un cambio de hábitos en muchos jóvenes, y no tan jóvenes, cada vez más sedentarios y con problemas posturales", ha destacado De la Serna. El experto ha recordado en este sentido que existen juegos interactivos que sí fomentan el movimiento y conllevan cierto ejercicio.
Muchos videojuegos suelen generar un estado de tensión y alerta, "lo cual repercute en dificultad para conciliar el sueño y descansar bien, especialmente si se juega por la noche", ha explicado el experto. No dormir suficiente "genera cansancio y un comportamiento más agresivo", ha añadido. Por ello, se debe tratar de evitar el uso de videoconsolas y pantallas en las horas previas a la hora de dormir.
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Si aparecen dolores de espalda, "es importante evitar que vayan a más y provoquen mayores complicaciones". Para ello, ha recomendado realizar estiramientos y reducir el sedentarismo. Además, la fisioterapia y la terapia de calor ayudan a mejorar, por lo que pueden utilizarse parches térmicos terapéuticos, que aumentan el flujo sanguíneo, ayudan a la relajación de los músculos y alivian el dolor.
Por otra parte, se debe tener en cuenta que una interacción cien por cien virtual "puede reducir el contacto presencial con el entorno más próximo y encerrar a los jóvenes en un mundo casi exclusivamente digital", ha apuntado el experto. "Son cada vez más los jóvenes que tienen dificultades de relación en el ámbito presencial, sin pantallas de por medio", ha asegurado.
Por todo ello, según De la Serna, "no se trata de prohibir, sino de educar y establecer pautas en relación al uso de los videojuegos para que este no provoque consecuencias físicas, emocionales y sociales". Lo importante es "ejercer una adecuada supervisión sobre los más jóvenes que, a modo de acompañamiento, los oriente a un uso racional y seguro de la tecnología". Asimismo, el experto ha aconsejado limitar el tiempo frente a las pantallas y fomentar la participación de adolescentes y jóvenes en entornos sociales presenciales, a la vez que reservar espacios para la práctica regular de actividad física o deporte adecuados a su edad.
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