Catatumbo: su suelo está resquebrajado y marcado por los vestigios de la guerra, y aún sufre las consecuencias de los enfrentamientos de los grupos irregulares. Pero, ese mismo suelo de gran vocación productiva está compuesto por una decena de municipios ricos en café, cacao, palma, hortalizas, tubérculos y frutas.
Pero lo más preciado es su gente: pujante, trabajadora y con unas ganas intactas de luchar y lograr el desarrollo de su suelo.
Tibú, El Carmen, Sardinata, El Tarra, San Calixto, Convención, Hacarí, Teorama y Ábrego, con más de 4.800 kilómetros cuadrados, gritan y piden su desarrollo ya.
“La vida en el campo es dura, pero es agradecida, sobre todo, cuando la tierra te ofrece esos productos tan hermosos”, dice Jairo Osorio, campesino del Catatumbo del municipio de Tibú.
Concretar recursos para estas tierras es lo que piden los campesinos, los líderes comunales y las autoridades locales.
José de Dios Toro Villegas, alcalde de El Tarra, explicó que los alcaldes del Catatumbo vienen trabajando, desde que iniciaron sus gestiones, en la estructuración de proyectos que les permitan avanzar en cerrar las brechas que existen en agua, electricidad, vías, alcantarillado, educación. “Venimos trabajando desde la mesa de Catatumbo Sostenible, y es importante cada uno de los proyectos que se vienen desarrollando, o se van a ejecutar, bien sea por el Gobierno Nacional o departamental. Para nuestros territorios es vital cada uno de ellos”, dijo.
El gobernador William Villamizar Laguado explicó que por medio de Catatumbo Sostenible se tiene la posibilidad de ser escuchado por el Gobierno Nacional, y dejar dentro del Plan de Desarrollo estructurado proyectos que permitan avanzar a esta región.
Pero ¿qué se necesita para ir concretando el proceso de desarrollo que necesita este territorio? Muchos coinciden que voluntad, pero en proyectos concretos de vías, agua potable, educación, electricidad. Todos claves para que cualquier comunidad, por pequeña que sea, logré progreso.
Entre las áreas estratégicas para los alcaldes del Catatumbo está la red terciaria de vías. Municipios como Convención, El Carmen, Teorama, San Calixto y El Tarra ya tienen el levantamiento de un inventario, pero el resto no lo tiene.
Emiro Cañizares, director ejecutivo de Asomunicipios, explicó que es prioritario levantar el estudio en el resto de los municipios, pues refiere que estas zonas con esos inventarios pueden gestionar recursos del orden nacional. Entre los planteamientos hechos en las mesas de Catatumbo Sostenible está que para construir tres mil kilómetros de vías terciarias se necesitan unos 9,6 billones de pesos en 15 años.
Además, en este plan en materia vial elaborado para el Catatumbo se priorizaron varias carreteras: la vía Astilleros-Tibú-El Tarra-Convención-La Mata con una inversión aproximada de un billón de pesos; la vía Tibú-La Gabarra con unos dineros requeridos cercanos a los $70.000 millones; el Anillo vial para la Paz con una inversión de $250.000 millones; la vía entre Ocaña-Convención con una inversión de 30.000 millones de pesos; y la vía La Gran Alianza (Sardinata-Pacelli-Orú-Versalles-Puerto Las Palmas), con una inversión de $70.000 millones. Estas cinco vías suman 591,5 kilómetros de carretera.
Los alcaldes coinciden en que las carreteras son importantes, pero ya a la vía Astilleros-Tibú le han hecho algunas inversiones por parte del Gobierno departamental. La propuesta desde la región es que se inviertan recursos sobre lo diseñado entre Astilleros-Tibú, con costo cerca a los $110.000 millones.
“Los presupuestos serán de diversas entidades como el Ocad de Paz, la Gobernación, el Ministerio de Transporte, y de los municipios”, dijo el gobernador.
El consejero presidencial para la Estabilización y la Consolidación, Emilio Archila, manifiesta que la planeación para las vías del Catatumbo a largo plazo se adelanta entre la Agencia de Renovación del Territorio (ART), Invías y la Gobernación y se busca en un plazo de 15 años la conectividad del 100% de la región.
Explicó que ya Ecopetrol construirá tres de los 12 puentes priorizados por las comunidades en los ejercicios de planeación PDET (Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial).
El alcalde de Hacarí, Milciades Pinzón, dijo que de lograrse estos proyectos se beneficiaría a todos los municipios económicamente, “porque con el mejoramiento de un corredor vial los corregimientos que son productivos en cultivos lícitos tendrán facilidad para sacar sus productos del campo”, dijo.
Agua
Solventar el problema del agua es vital. En corregimientos como Filo el Gringo, en El Tarra, donde hay unos 2.500 habitantes y solamente tienen una pulgada de agua la construcción de un nuevo acueducto es urgente.
El alcalde del Tarra explicó también que en muchos de los corregimientos de estas zonas están consumiendo agua no apta.
El viceministro de Agua, José Luis Acero, sostuvo que ya están estructurados los proyectos de 16 acueductos y que este año se iniciarán las obras. “Están ya estructurados estos 16, pero se piensa llegar a 21 proyectos durante el 2019”, dijo.
La inversión total superará los $90.000 millones. Detalló que 23.000 personas se beneficiarán con el acueducto, manejo y disposición de las aguas residuales; mientras que en proyectos relacionados con agua potable serán unas 16.500 personas.
Electricidad
Tener luz es otro punto de honor que saldar con el Catatumbo. El proyecto de electrificación rural para alrededor de 13.000 familias en la zona es el objetivo.
El gerente de Centrales Eléctricas, José Miguel González, explicó que desde hace varios años vienen trabajando con Asomunicipios, los alcaldes, la Gobernación y los líderes; logrando una georreferenciación que concluyó con varios proyectos.
Entre ellos un proyecto propio de Centrales Eléctricas, a través del cual conectarán a 682 familias en ocho municipios. “Ya iniciamos los permisos ambientales y los permisos de paso por donde va pasar la infraestructura. La conexión para estas familias se está adelantado para el 2020”, indicó González.
Además, explica que el Gobierno Nacional va presentar al Fondo de Apoyo Financiero para la Energización de las Zonas Rurales Interconectadas (FAER) un proyecto para conectar a 3.500 familias.
“Con esto llegaríamos a unas 4.100 familias, pero esto será un proyecto contemplado para dos años y medio de ejecución con un ritmo de trabajo eficiente”, indica.