Once familias cafeteras de Cucutilla están empeñadas en demostrar que en el páramo nortesantanderano se puede estar sembrando y cosechando los mejores granos de café de Colombia.

La historia comenzó cuando varios caficultores decidieron capacitarse y formarse en producción de café especial a través del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA).

“Queremos llegar a los consumidores y que sepan el porqué el café es único, y que un catador al beberlo diga que es uno muy bueno porque tiene un gran balance y que tiene componentes florales, entre otros aspectos”, dijo Johanny Hernández, caficultor.

Hernández explicó que se realiza una clasificación hidráulica cuando recogen los granos, es decir, los echan en agua y sacan los brotes secos y despulpan los que se ven en mejor condición. Después, los deja por 20 a 25 horas, los lavan y son echados a las marquesinas (tipo túnel) para el secado.

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Luego, crearon la Cooperativa de Caficultores Sisavita, con la cual buscan mejorar su calidad de vida y realzar la labor del agricultor, que se esfuerza todos los días en llevar realizar su labor.

“Nos llamamos así para hacer referencia al páramo de Santurbán, porque a pesar de que no somos de allá, hacemos parte de esa zona, que es alta, montañosa y rica en agua, donde nace el río de Cucutilla y que surte a varios municipios del departamento”, afirmó.

Este grupo busca darle a conocer al país y al mundo, lo deliciosa que puede ser esta bebida, ya que así como se produce café en la Sierra Nevada, también ocurre en el territorio nortesantandereano.

Por tanto, la cooperativa espera conseguir el permiso por parte de la Federación Nacional de Cafeteros para comenzar a exportar dicho producto.

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Sisavita, un ecosistema de Norte

El 18 de junio de 2008, Sisavita se convirtió en el primer Parque Natural Regional (PNR) que tuvo el páramo de Santurbán, frenándose así los intereses de las multinacionales canadienses de explotar oro en una zona estratégica para el suministro de agua en Cúcuta y el área metropolitana.

El territorio está entre los 2.000 y 3.900 metros de altitud y aporta el 15 por ciento del agua para la cuenca del río Zulia. Además, en las vastas montañas habita el 14% de la diversidad de los andes colombianos.

Quienes quieran visitar a Sisavita, necesariamente deben ingresar al páramo con guía.

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En la travesía conocen un complejo sistema interconectado que da origen a una red hidrográfica compuesta por nacimientos y escurrimientos de agua. Dieciocho quebradas nacen en el territorio y son el preámbulo de ocho imponentes lagunas.

Cúcutilla queda a 101 kilómetros de Cúcuta y sus habitantes tienen como prioridad la conservación de los ecosistemas presentes en el páramo.

Los hombres y mujeres que trabajan día a día con los cafetos, ven a Sisavita como un lugar de alto grado de conservación, diversidad y riqueza hídrica, donde se conjugan condiciones geológicas, climáticas y ambientales excepcionales para el cultivo del café.

“Desde que florece hasta el momento en que nosotros nos lo tomamos, hay 32 semanas, aproximadamente 8 meses donde le pedimos a Dios que nos regale buen tiempo, sol, agua, debido a que todo influye para obtener un producto de mucha calidad”, mencionó Hernández.

Redacción: Valentina Robles Angarita

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