Como un misterio que año tras año cautiva a quienes pisan tierras chitaguenses, se han convertido las historias de sus lagunas: Comagüeta, El Salado y El Tambor, lugares que guardan encanto y esconden secretos que se transmiten de voz a voz.
‘Chitagá la que vive en los Andes’, una tierra bañada de belleza natural y la majestuosidad de sus fuentes hídricas es popular por esta época para quienes llegan a disfrutar de los paisajes nortesantandereanos.
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Pero lo que no todos saben es que por los días de la Semana Mayor, hay quienes dicen que ocurren misteriosos sucesos en sus lagunas, ubicadas en el corregimiento Presidente a 40 minutos del casco urbano. Historias, que aunque son parte de leyendas populares, despiertan intriga principalmente, los Jueves y Viernes Santos.
“Dicen que las lagunas son muy celosas, toca pedirles permiso al llegar y no tirarles piedras para que no se nuble y empiece a llover. Tienen raíces indígenas y sobre todo los encantos, hay varias versiones sobre lo que sucede los días santos”, contó Trino Hernández, historiador y poeta del municipio.
Con la pasión que le produce contar historias y la intriga que se vive al oírlas, Trino Hernández asegura que hay varias versiones de lo que al parecer sucede por estos días.
Una de ellas es que el Viernes Santo a media noche sale de la laguna El Salado una gallina de oro con pollitos y las personas que quieran presenciarlo, deben desplazarse hasta allá a esa hora e intentar capturarlos.
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“También dicen que un Viernes Santo alguien, estando en la laguna vio un pueblo donde se encuentran trojas de maíz amarillo que se convierten en oro, otros, que sale un pato con muchos patitos de oro y que ven un venado que va saltando por las montañas hasta que se sumerge en la laguna”, contó.
Y aunque estas historias hacen parte de la tradición cultural del municipio, lo que muchos sí han comprobado es que cuando alguien llega a las lagunas haciendo mucho ruido o les lanza piedras, el cielo se oscurece y empieza a llover.
Otra de las versiones es que una vez, estando un sacerdote en la laguna, bajó una anciana que le pidió que no la siguiera molestando porque esta “se llevaba a Chitagá”.
Dicen que en aquel momento, el cura sintió tanto miedo que luego le pidió a los feligreses que dejaran de molestar a la laguna El Salado porque podría ocurrir una emergencia.
Otras versiones señalan que en la época de la violencia además se lanzó un cáliz para que se sumergiera en la profundidad de la laguna, elevando una promesa de cuidarla a cambio de protección.
Los secretos de Comagüeta
A 3.472 metros sobre el nivel del mar, también se encuentra otro espectáculo natural: la laguna Comagüeta, rodeada de frailejones y una cascada de más de 350 metros de altura.
Un rincón, en el que por esta época también dicen que ocurren sucesos que causan misterio.
“Dice la leyenda que el Viernes Santo después de la medianoche, la laguna Comagüeta queda convertida en una ciudad de oro y las personas pueden entrar por sus calles, tomar un objeto y sacarlo. En el caso de que la persona quiera sustraer más de un objeto, puede quedar convertida en momia y hacer parte de la ciudad de ahí en adelante”, narra Luz Marina Valderrama, quien vive cerca a la laguna hace varios años.
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¿De donde viene el encanto?
Para saber de dónde viene aquella creencia popular de que las tres lagunas del ‘Valle de los arrayanes’ se encuentran encantadas, es importante conocer la historia de este municipio.
Lo que cuenta Trino Hernández es que “los encantos de las lagunas vienen desde los indígenas, que tenían mucha sabiduría y cuando llegaron los españoles enterraron todo el oro que tenían, quedando en forma de montículos”.
De estas raíces indígenas vendría todo el encanto de las lagunas, pues esta región estuvo habitada por los Chitareros, que además hicieron presencia en otros municipios como Pamplona, Pamplonita y Chinácota.
“Dicen que tienen un encanto, un tunjo de oro, que con el tiempo va buscando el mar y cuando esos encantos quieren salir, vienen tempestades…Sobre todo en los días santos, las lagunas guardan mucha tradición, leyenda, misterio, mito y cuento”, enfatizó.
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