Jorge Enrique Acevedo Peñaloza recibió hace un poco más de tres meses las riendas de Cúcuta con grandes y urgentes desafíos por cumplir en temas neurálgicos como la seguridad.
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Con una violencia que no da tregua y que el año pasado situó a la capital del departamento como la zona más violenta de la región, además de unos nivel de inseguridad que cada día tienen con más miedo a sus habitantes, pero que también amenazan con impactar la economía y otros renglones importantes, el alcalde se propuso desde que estaban en campaña que este asunto sería su prioridad y que asumiría desde el día número uno de su administración una lucha frontal para tratar de contrarrestar este fenómeno.
En su agenda también está hacerle frente al grave problema en que se ha convertido el crecimiento desmedido de los habitantes de calle, entendido este como un asunto de salud pública, pero también con impactos en la seguridad.
La generación de empleo y la necesaria intervención de la malla vial son otras de esas promesas que hizo y en las que los cucuteños depositaron su confianza.
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En La Opinión le pusimos la lupa a los tres primeros meses de gestión del mandatario local, para ver en qué están los principales planes que prometió. Esto encontramos:
Inseguridad, al límite
Desde antes de asumir oficialmente como alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo era consciente de que la seguridad sería el principal desafío contra el que tendría que batallar, pues ni la violencia ni la delincuencia dan tregua y así ha quedado en evidencia en estos primeros meses.
Solo entre enero y febrero se registraron 37 homicidios y según las estadísticas de la Policía, los hurtos a personas pasaron de 422 en los dos primeros meses de 2023 a 625 este año.
Seguro de semejante reto, Acevedo anunció que el que “frentearía” la seguridad sería él y tras declararle la guerra a los encargados de infligir el miedo en Cúcuta, fue amenazado. Eso no lo ha detenido.
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En estos primeros 100 días de gobierno, su estrategia para hacerle frente a la inseguridad ha incluido un poco de todo y de una u otra forma está en una etapa de prueba y error, como él mismo reconoce en algunos casos en particular.
Así sucedió con la primera intervención que ordenó en el centro de la ciudad para poner contra las cuerdas a quienes se lucran de la receptación, pero los resultados no fueron los esperados, puesto que, según Acevedo, faltaba inteligencia.
Insistir en el porte de armas a los ciudadanos y hasta crear un fondo con dineros privados para pagar los abogados de quienes decidan actuar en defensa propia contra la criminalidad, fueron otras de esas primeras propuestas que puso a resonar, pero que le valieron más críticas que respaldo.
Aunque será el plan de desarrollo el que trace el derrotero de la política de seguridad con la que espera mejorar los indicadores en Cúcuta, desde la Secretaría de Seguridad aseguran que ya son varias las iniciativas que se han puesto en marcha para enfrentar el problema.
Diego Villamizar, titular de esa dependencia, aseguró que entre los logros más importantes hasta el momento está la disposición de los $2.800 millones que serán destinados para la construcción del Gaula Metropolitano de Cúcuta, el cual va a permitir contrarrestar delitos como el secuestro y la extorsión.
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En esa misma línea, dice que otro gran avance en estos 100 días fue conseguir que la ciudad tenga por primera vez un batallón de Policía Militar con el que harán presencia en barrios y comunas.
Villamizar explicó que ya cuentan con los recursos para su conformación y que están en el proceso de consolidación del plan de incentivos para los jóvenes que lo integrarán.
La desarticulación de la banda ‘Los Lobos’, la reactivación de los CAI móviles y la articulación de las diferentes secretarías de despacho para trabajar la seguridad como un problema transversal, son otros de los avances que destaca el secretario en estos primeros meses de trabajo.
El sábado en la noche, la Alcaldía puso en funcionamiento el primer sistema de alarmas comunitarias, en el barrio San Luis y hoy lanzarán el plan estratégico ‘Cúcuta Territorio Seguro’.
“La inversión real arranca aproximadamente en dos meses y medio para mejorar las capacidades y en seis meses ya vamos a tener un trabajo fuerte y decidido por la seguridad de Cúcuta”, dijo Jorge Acevedo.
Yefri Torrado Verjel, docente de la Universidad Libre y especialista en derecho penal y criminología, consideró que si bien la seguridad es una bandera de la actual administración, este es un fenómeno que ha demostrado desbordar todas las capacidades.
Prueba de ello es que ante la masacre ocurrida este fin de semana en Cúcuta y el asesinato del veedor ciudadano Jaime Vásquez, el alcalde Acevedo lanzó un SOS al Gobierno Nacional y dijo que se necesita apoyo urgente en tecnología, logística e infraestructura.
“Se reconoce al alcalde la prioridad en materia del discurso de seguridad, pero debe aterrizarse a medidas efectivas e integrales y basadas en evidencia”, consideró Torrado.
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Dijo que, ante el panorama de Cúcuta, es crucial adoptar un enfoque integral en la política criminal que vaya más allá de medidas reactivas como el aumento de arrestos o la instalación de cámaras de seguridad, pues cree que se tienen que abordar también las causas que propician la delincuencia y esos resultados se dan desde la educación, la cultura de paz, la infraestructura vial, la generación de empleo, entre otros.
En criterio del docente, es necesario pensar también la seguridad desde la planeación y en ese sentido considera preocupantes las recientes declaración del alcalde sobre “no gobernar con estadísticas”, pues dice considera que, “las decisiones deben basarse en evidencias y criterios racionales, no en emociones o populismos”.
“Algo en lo que se ha destacado esta administración es en aumentar la presencia policial en puntos críticos, acompañada de patrullajes con asistencia militar. Sin embargo, estudios como el realizado por la Universidad de los Andes sobre el Plan Fortaleza en Cali sugieren que esta medida es ineficiente”, asegura Torrado.
Y advierte que aunque se ha puesto énfasis en combatir delitos de alto impacto como el hurto y el homicidio, y en medidas contra las bandas de microtráfico, “hay una notable falta de acción contra las organizaciones de narcotráfico y lavado de activos, que son fundamentales en la cadena criminal”.
Habitante de calle, meta ambiciosa
El crecimiento desbordado en el número de habitantes de calle es un problema que les preocupa a los cucuteños desde hace varios meses y por eso Jorge Acevedo decidió priorizarlo como uno de esos asuntos que concentrarán su mayor atención.
En diciembre de 2023, en una entrevista con La Opinión, el entonces alcalde electo aseguró que su meta era tener en el primer semestre del año a 500 personas fuera de las calles de Cúcuta.
“Si yo saco 500 o 1.000 habitantes de calle, le estoy quitando 1.000 clientes a las ollas y estamos ahorrando mucho dinero en seguridad, en salud y a los mismos cucuteños que son víctimas de permanentes robos”, dijo en ese momento.
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Transcurridos tres meses de su gobierno, Acevedo ha moderado un poco esa apuesta y ha dicho que espera que en ese sexto mes ya se tenga afuera “un gran número”. Explicó que en los próximos días se presentará al Concejo un proyecto para asegurar unos traslados presupuestales, con el fin de iniciar el proceso de contratación con los sitios donde se van a llevar los habitantes de calle “y empezamos a dar resultados”.
Por su parte, Beatriz Vélez, directora de Bienestar Social, aseguró que el balance de los 100 días está en consolidación, pero que uno los avances de los que se puede hablar hasta el momento es el acompañamiento psicosocial a la población en condición de calle, en el centro de atención integral de la Alcaldía, ubicado en el Terminal de Transporte y que incluye alojamiento, alimentación, vestuario y autocuidado.
Carlos Muñoz, abogado y magíster en bioética, opinó que en estos cien días el alcalde ha optado por dos vías y es abordar el tema desde las redes sociales y mediante actos simbólicos, los cuales consideró más que simbólicos necesarios, pues dijo que según una encuesta de percepción ciudadana, un 19% de la población cucuteña ve el asesinato de las personas habitantes de calle como viable, lo cual es muy grave, por lo que la postura humana con la que el alcalde ha tratado el asunto, es fundamental.
Dice que los aspectos por mejorar se centran en: lograr una mayor claridad en la política pública municipal de habitante de calle y articular el trabajo con el Gobierno Nacional.
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“En el Plan de Desarrollo no se establece una política pública expresamente y en mi perspectiva es un error que se podría corregir. Hay que apostarle más a un indicador fuerte y que haga ambiciosa la apuesta”, dijo.
Muñoz señaló que en el documento se establecen varias metas, como 2.500 habitantes caracterizados, atenciones integrales, un documento de planeación y un centro de atención de habitantes adecuados, más 2.000 personas atendidas con oferta institucional, “pero siento que el gran problema es cómo conseguir los recursos y de qué manera se puede articular las ofertas nacionales y departamentales”.
Malla vial, sin avances
La intervención de la deteriorada malla vial, que es otra de las peticiones que a gritos le hacen los cucuteños a la administración de Jorge Acevedo, es tal vez una de esas prioridades que se fijó el alcalde para los próximos cuatro años que aún no tiene mayores avances en estos primeros 100 días.
El secretario de Infraestructura municipal, César Camilo Rojas Cruz, reconoció que el plan de recuperación de las vías no empieza todavía y que será necesario esperar la aprobación del plan de desarrollo para comenzar a ver las acciones.
“Programas como el de comunidad-gobierno no estaban incluidos en el plan de desarrollo del alcalde Jairo Yáñez, por lo cual no tiene presupuesto asignado para la vigencia 2024. Por eso, es necesario tener aprobado el plan de desarrollo 2024-2027 para poder empezar a ejecutar los programas que se planteó el alcalde”, dijo.
Y aseguró que en las metas que se fijaron en la hoja de ruta de Acevedo quedó incorporada la intervención de 100 kilómetros de vías.
“Por ahora estamos dándole continuidad a todos los contratos que recibimos suspendidos de la administración saliente, la mayoría solo con dos días de ejecución pendiente, los cuales hoy se encuentran con un avance significativo”, señaló Rojas.
Frente al panorama de la malla vial, el concejal Oliverio Castellanos reprochó que a la fecha no se haya iniciado ningún proceso de licitación encaminado a mejorar el estado de las calles, a diferencia de lo que se ve en otras ciudades como Barranquilla.
“Hay un presupuesto 2024 sin ejecución, el cual cuenta con la incorporación adicional de los recursos del balance de la pasada administración. Lo más preocupante es que a cien días de la nueva administración no se conoce la estrategia de intervención y prioridades”, cuestionó.
Dijo que en el Concejo de Cúcuta tienen “la fe y la esperanza” de que “que estos cien días de inactividad y silencio estén siendo utilizados en el diseño de todas las estrategias soñadas por los ciudadanos y que hagan un enlace o cruce de información con la empresa Aguas Kpital o la EIS para que vía que se intervenga se haga reposición de redes hidráulicas y sanitarias”.
Economía y empleo
En materia económica la propuesta del alcalde de Cúcuta es mucho más ambiciosa y según lo que prometió en campaña, la meta es generar 35.000 empleos durante los próximos cuatro años.
Sin embargo, esa locomotora todavía no enciende y será necesario esperar que el plan de desarrolló esté listo para que comience a recibir el combustible que necesita para que sea una realidad a 31 de diciembre de 2027.
Tan aletargado está el asunto que hace unos días los gremios de la ciudad llamaron la atención del gobierno local por la poca acción que se ha visto en la ciudad en materia económica y la falta de iniciativa para trazar estrategias conjuntas que permitan reactivar las dinámicas comerciales que redunden en la consolidación de esa apuesta que tiene el mandatario local en materia de generación de empleo.
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“Consideramos que van un poco lentos en muchos frentes que nos afectan y preocupan. No hemos tenido encuentros con ellos para trazar estrategias que incentiven el comercio y la economía local”, le dijo a La Opinión hace unos días el presidente de la Junta Directiva Fenalco en Norte de Santander, Sergio Palacios.
En respuesta a esta preocupación, el secretario de Desarrollo Social, Leonel Rodríguez, aseguró que recibió un despacho “presupuestalmente muy débil”, con tan solo $1.800 millones para 2024, es decir, 67% menos de lo que se manejaba cada año.
En el Banco del Progreso, su secretario, Luis Javier Chaves, se quejó de lo mismo y aseguró que están siendo “bastante estratégicos” con los recursos que tienen.
Una de las estrategias en las que se ha venido trabajando desde la Secretaría de Desarrollo es fortalecer los micronegocios, capacitándolos, impulsando sus ventas y llevándolos a la formalidad, lo que a su vez se traducirá en más generación de puestos de trabajo, dicen.
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