La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Cúcuta
Un milagro divino: Impactante historia de una cucuteña y su encuentro con Dios
Una cucuteña abre su corazón tras haber sufrido un accidente en el que conoció a Dios y tuvo una segundad oportunidad de vivir.
Authored by
Image
laura serrano
Laura Serrano
Categoría nota
Jueves, 13 de Julio de 2023

A Deisy Karime García Gómez, una cucuteña auxiliar de enfermería, de 36 años, le cambió la vida en noviembre de 2016 por cuenta de un accidente de tránsito cuando iba de parrillera de una motocicleta. Todo ocurrió en inmediaciones de la glorieta de la Penitenciaria de Cúcuta, en el barrio El Salado.

“Estar viva es un milagro”. Y llora de felicidad al poder decirlo.

Eran las 11:30 de la mañana de ese domingo, 20 de noviembre. El conductor de un camión invadió el carril de la motocicleta en la que viajaba Deisy y su entonces compañero sentimental, ambos cayeron al pavimento y ella llevó la peor parte, él solo sufrió unos rasponazos.

Los recuerdos de esa mañana son casi nulos para ella, pero luego supo que la llanta trasera del vehículo la atravesó.


Lea: Sector calzado necesita 2.500 empleados en Cúcuta


Tras el accidente, duró en coma dos meses en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Santa Ana. Tenía sus piernas afectadas, el hombro derecho y la clavícula destruida; por si fuera poco, una infección se la carcomía de a poco y había sufrido cuatro paros respiratorios hasta que tuvo un encuentro espiritual que la hizo regresar.

El testimonio

Traspasar el cielo y encontrarse con Dios es lo que vivió Deisy, antes de despertar y verse acostada en una cama de la clínica. En su testimonio asegura que vio a un hombre vestido de blanco, con unas sandalias marrones. Los dos estaban en medio de un jardín de bellas e infinitas flores.

“Mujer, tendrás la oportunidad de volver. Tus hijas te necesitan”, fueron las palabras que recuerda escuchar de ese encuentro celestial y de inmediato un empujón la devolvió y abrió los ojos.

Los médicos de turno corrieron a prestarle los cuidados, pero también a enterarla de la realidad. Sus piernas serían amputadas porque la infección avanzaba por su cuerpo.

“Empecé a llorar y a gritar. Estaba impactada. Había pasado dos meses después del accidente, pero en mi mente solo pasaron unas cuantas horas. Entonces, solo pedía a Dios que me ayudará. Cerraba mis ojos y pedía fuerzas”, contó la mujer.

Deisy perdió por completo su pierna derecha. Por fortuna, los médicos pudieron reconstruirle la pierna izquierda con tres intervenciones. La clavícula se la recompusieron con 14 tornillos y para el hombro derecho fueron necesarios 17.

“Estaba viva. Eso era un milagro. Pero mi vida cambió por completo. Empecé a contar lo vivido mientras me adaptaba a todo. Al principio la lucha es interna. La depresión es la peor enemiga. Tenía que luchar contra eso, contra pensamientos negativos”, dijo.

La nueva mujer quedó sola con sus dos hijas menores de edad. Sufrió el desprecio de su entonces marido y tuvo que llorar a solas aceptando su realidad.

Su lucha

Enfrentó con tenacidad las palabras hirientes de algunos que por bromear solo la hacían sentir peor.

“La discriminación es cruel. Comentarios como ‘llegó la coja’, ‘dónde dejó la pata’ eran hirientes y más en un proceso de asimilación. O sea, es que me enfrentaba a una vida difícil y dura. Y cuando no hay empatía o no se ponen en el lugar de otro, simplemente es inhumano”, añadió.

A todo eso, la falta de ingresos económicos le complicó todo a su paso. Por tres años vivió de la caridad de su hermana gemela y de personas que les apetecía ayudar a ella y a sus hijas.


Consulte: La pistola con la que mataron a seis personas en Cúcuta


Cuando logró su prótesis empezó a tocar puertas, pero se enfrentaba al desempleo y a la falta de oportunidades para personas con discapacidad.

En la pandemia logró laborar en la Secretaría de Salud de Cúcuta como auxiliar administrativa, pero su contrato terminó en diciembre de 2022. Y ahí volvió la angustia. Se le cerró la puerta que le generaba estabilidad.

Lloró. Se derribó. Se cuestionó. Pero volvía a levantarse cada día. Así se la pasó dos meses y medio, sin empleo.

Hasta que dejarle un mensaje al secretario de Hacienda de Cúcuta, en el perfil de Instagram, encontró una oportunidad.

“Nunca ingresaba a Instagram. Lo hice y vi una publicación de la Secretaría de Hacienda donde daban la bienvenida a los jóvenes recién graduados que iniciarían su vida laboral. Dios puso las palabras que tenía que escribir y en cuatro minutos el mismo secretario de Hacienda, Nelson Orlando Miranda, respondió. Me dijo que me esperaba con mi hoja de vida en su oficina. A mí no me habían dicho que sería contratada, pero yo estaba dichosa porque sabía que esa era la oportunidad que Dios me había dado”, narró.

Desde mitad de marzo de 2023, Deisy goza de estar vinculada a la Secretaría de Hacienda, tiene algo temporal, pero lo agradece con todas sus fuerzas a Dios. Su desempeño ha sido tan admirable que pasó de archivo a atender en la primera ventanilla de la oficina, donde recibe a los contribuyentes.

Su día a día comienza a las 5 de la mañana, cuando despierta y se prepara un café. Luego prepara el desayuno y algunas veces el almuerzo. A las 6 despacha a la hija de 17 años al colegio y luego lleva a la menor (8 años) a donde una hermana.

 

A las 7 de la mañana, un transporte que debe pagar la recoge puntual para llevarla al trabajo y desde las 7:30 hasta las 4:30 de la tarde pasa en su trabajo. A esa hora la recogen para regresar a casa y descansar junto a sus hijas.

Elogiada

Deisy se ha destacado como una de las empleadas eficientes en esa oficina de la Alcaldía de Cúcuta y ha sido elogiada por sus compañeros y jefes.

“Los funcionarios que tenemos la oportunidad de vincularlos no nos deben nada a nosotros, más bien nosotros a ellos por su entrega y cariño para con la administración. En esa ventanilla está Deisy, una persona especial con nosotros que es un ángel que representa a la administración”, dijo el secretario de Hacienda, Nelson Orlando Miranda.

Para Jennifer Cajamarca, compañera de Deisy, tenerla como amiga es un orgullo.

“Ella siempre busca el bienestar de los demás. Tanto de los compañeros como de los contribuyentes. Es muy alegre, siempre busca lo bueno en cualquier situación, muy creyente en Dios. Con un poder de resiliencia admirable”, dijo la amiga.

Deisy tiene claro que si la vida antes del accidente tenía que guerrearla, ahora es el doble, pero solo pide a Dios tener un trabajo estable para que no vuelva a padecer la incertidumbre por falta de un empleo.


Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion

Temas del Día