Las precipitaciones de los últimos días ocasionaron emergencias en algunos barrios periféricos en la ciudad de Ocaña donde los organismos de socorro tuvieron que activar los planes de contingencia, para evitar consecuencias mayores entre los pobladores en condiciones de vulnerabilidad.
Los momentos más apremiantes los viven los moradores del barrio El Palomar con el desplome de un muro de contención y las paredes de una casona, pero sin personas lesionadas, según reportó la Oficina de Gestión de Riesgos y Desastres.
El hecho ocurrió en las horas de la madrugada y de inmediato acudieron socorristas de la Defensa Civil y el Cuerpo de Bomberos, quienes activaron los protocolos de seguridad acordonando la zona con el fin de mitigar la emergencia.
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Funcionarios de la Secretaría de Vías, Infraestructura y Vivienda acudieron al lugar para evacuar los escombros, levantar un diagnóstico de los daños causados por la ola invernal y tomar los correctivos del caso.
Alertas encendidas
Desde la Oficina de Gestión de Riesgos y Desastres, se advirtió a los propietarios de viviendas antiguas revisar las estructuras e instalaciones eléctricas con la finalidad de reparar los daños y así evitar consecuencias mayores.
Los operarios de esa dependencia señalizaron y verificaron la zona afectada, para que los propietarios puedan llevar a cabo las intervenciones necesarias y garantizar la seguridad de los ocupantes y visitantes durante la temporada navideña.
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“Están expuestos a las eventualidades especialmente en las horas de la noche cuando duermen en las habitaciones. Además, deben estar atentos con las conexiones eléctricas para las luces de Navidad porque pueden desencadenar un incendio de grandes proporciones”, aseguró Gustavo Pava Navarro, coordinador de la Oficina de Gestión de Riesgos y Desastres.
El funcionario indicó que los presidentes de las Juntas de Acción Comunal, tanto de la zona rural como urbana, deben estar atentos para reportar agrietamientos en las casas, lugares aledaños y deslizamientos de tierra para evitar tragedias que lamentar.
Monitoreo continuo
El coordinador recordó que se mantiene activa la alerta naranja por las crecientes súbitas en la cuenca del río Algodonal y los deslizamientos de tierra en el casco urbano y rural de Ocaña, producto de las fuertes lluvias que han azotado barrios y veredas.
“Los torrenciales aguaceros se han intensificado en las tardes y noches, lo que obliga a redoblar esfuerzos entre las distintas entidades de socorro”, agregó.
Adelantan un seguimiento continuo a los afluentes hídricos para brindar protección a los habitantes cercanos a las riberas para afrontar cualquier eventualidad.
Los famosos paseos de olla al río para la integración de familias y vecinos están prohibidos ante el aumento de los caudales.
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El secretario de Vías, Infraestructura y Vivienda, Gustavo Castilla Vergel, ha dispuesto del banco de maquinaria con el fin de evacuar derrumbes y habilitar las carreteras de la zona rural y urbana para facilitar la movilidad y el transporte de los productos agrícolas.
Asimismo, ha hecho un llamado para acatar los lineamientos establecidos en la restricción de la remoción de tierras en zonas de alto riesgo.
De acuerdo con el mapa, deben estar en máxima alerta los ribereños de los ríos Tejo, Chiquito y Algodonal. También moradores de los barrios Los Cristales, Altos del Norte, Simón Bolívar, Cristo Rey, El Carmen, El Carbón, Los Sauces, José Antonio Galán, Villa Paraíso, La Santa Cruz, entre otros.
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