El volcamiento de un vehículo cisterna en el sitio denominado como Guayabal prendió las alarmas de los efectos de las sustancias tóxicas sobre el río Algodonal que abastece varios acueductos de la provincia de Ocaña y zona del Catatumbo.

Al parecer, por fallas mecánicas, el automotor se salió de la calzada y se volteó en el box coulvert utilizado para la evacuación de las aguas lluvias de la arteria vial, cerca de la entrada al municipio de La Playa de Belén.  

El Cuerpo de Bomberos de Ábrego avisó a su similar en Ocaña quien coordinó el traslado con la Defensa Civil hacia el lugar de los hechos. Juntamente con la Policía de Carreteras, el Ejército Nacional, la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), la Oficina de Gestión del Riesgo y la Empresa de Servicios Públicos se neutralizó el derrame del combustible.  

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“En un potrero aledaño se hizo el drenaje, una empresa trituradora de piedras facilitó la maquinaria necesaria para evitar el traspaso de unos 1.500 galones de ACPM salido del tanque. Se organizó un puesto de control tendiente a la adopción de las estrategias encaminadas a la recolección del crudo. El temor era un torrencial aguacero que pudiera arrastrar el combustible”, indicó Juan Carlos Rodríguez Osorio, coordinador de la Oficina de Control y Vigilancia ambiental de Corponor.

A través de un comunicado, se informó que la situación fue controlada, por lo que se descartó la suspensión en el suministro de agua potable en los hogares de los abonados.

El comandante del Cuerpo de Bomberos, Yefrey Peñaranda, resaltó la manera de cómo se conjuró la emergencia y se trazaron los planes de contingencia, para evitar el avance de la mancha hacia las aguas que abastecen los acueductos de varios municipios.

 “Se construyeron unos pozos y barreras para evitar el avance. Al sitio llega Ambumed aportando una motobomba y un tramo sintético para hacer el trasbordo del ACPM hacia otro vehículo”, explicó Peñaranda.

Por su parte, el coordinador de la Oficina de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres, Fernando Sánchez Barbosa, señaló que una vez ocurrido el hecho se activaron los planes de contingencia para remediar el impasse.

“Inmediatamente los organismos de socorro instalaron las barreras de contención para recolectar el combustible y así el incidente no pasó a mayores contaminando las aguas. A las empresas dedicadas al transporte de sustancias peligrosas se les recordó los compromisos de la revisión técnica mecánica para evitar emergencias de grandes proporciones”, expresó Sánchez.

El funcionario manifestó que, en la temporada alta de lluvias, los conductores deben implementar todos los protocolos encaminados a mitigar los accidentes en los corredores viales.

El viernes de la semana pasada se había efectuado un simulacro para medir la capacidad de respuesta de las instituciones para mitigar afectaciones ambientales y sanitarias.

Se revivió entonces la polémica sobre el transporte de material peligroso en la arteria vial, pues por ley, todas las empresas dedicadas a la comercialización de sustancias peligrosas deben adoptar planes de contingencias, ya que en el año 2015 se vivió una situación bastante crítica cuando un tractocamión cargado de combustibles se salió de la vía y afectó durante 5 días la cuenca hidrográfica del Algodonal.

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El simulacro

Con el objetivo de validar la operación que realizan las empresas de transporte de crudo y los organismos de socorro ante una eventual emergencia por volcamiento de vehículos cerca de las fuentes hídricas de la ciudad, la administración municipal a través de la coordinación de Gestión del Riesgo acompañó el simulacro que se llevó a cabo en las laderas del río Algodonal, específicamente en el sector de San Luis, organizado por la empresa de transportes TNS y Ecopetrol.

Durante la jornada se socializó la activación de la ruta que permita tener una mejor atención a través del Comité Municipal de Respuesta Inmediata.

La Defensa Civil, Cuerpo de Bomberos, Policía de Tránsito, Corponor, Ejercito Nacional y la empresa S.O.S Contingencia Operador Logístico que hace presencia en Ábrego y Ocaña, participaron activamente en esta actividad que permite fortalecer los conocimientos de respuesta y atención efectiva ante un evento real.

La puesta en marcha de estos simulacros permite verificar la actuación de las diferentes autoridades involucradas ante una emergencia, además de contribuir en el fortalecimiento de los planes de mejora.

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