Si la Corte Suprema de Estados Unidos a la postre anula el derecho al aborto, como indica un documento filtrado a la prensa, la derecha religiosa se alzaría con un impresionante triunfo tras una campaña de cinco décadas para insertar su agenda en la vida política del país.
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En el centro de la "guerra cultural" sobre el feminismo, el racismo, el laicismo y los derechos LGBTQ, la campaña despegó cuando los católicos conservadores y los protestantes evangélicos se unieron tras el histórico fallo Roe v. Wade de 1973, que garantizó el derecho al aborto.
Esa alianza, al principio débil en comparación con el movimiento social progresista, se erigió en un gigante de la política local y nacional a lo largo de las décadas siguientes.
La etapa final se dio cuando el expresidente Donald Trump (2017-2021), que nunca se opuso al aborto antes de postularse a la Casa Blanca en 2016, al designar a tres jueces conservadores a la Corte Suprema, inclinándola decididamente a favor de la derecha religiosa.
"Roe vs. Wade se decidió hace 50 años, la derecha comenzó a resistirse y lanzó de inmediato una enorme y fuerte reacción", dijo Katherine Franke, profesora de la Facultad de Derecho de Columbia.
Su sorprendente éxito en la Corte Suprema, agregó, representa un "recorte radical" de tres generaciones de derecho constitucional.
Prueba de fuego
Russell Moore, un veterano activista cristiano evangélico y teólogo de Christianity Today, recordó que el aborto no era un tema político partidista en la década de 1970.
En aquel momento, "muchos partidarios de Roe asumieron que el movimiento 'provida' simplemente desaparecería", agregó.
Católicos y evangélicos crearon grupos de cabildeo expertos en medios con nombres como "Mayoría Moral" y "Consejo de Investigación Familiar" que difundieron su mensaje en iglesias de todo el país.
Apoyaron con una sólida financiación a los candidatos a cargos políticos que respaldaban el "derecho a la vida", como se denominó al movimiento contra el aborto, y acumularon poder de manera constante.
Cuando Ronald Reagan llegó a la presidencia en 1981, el aborto se había convertido en una pieza central de la política conservadora y era una prueba de fuego para cualquier republicano que se postulara a un cargo.
Moore dijo que el movimiento aprovechó los avances en tecnología médica para promover sus argumentos.
Las mejoras constantes en la atención de los bebés prematuros hicieron retroceder la visión de la "viabilidad".
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Cuán temprano puede un feto vivir fuera del útero, cambiando la opinión de las personas sobre las consecuencias del aborto.
Además, la difusión de las ecografías permitió que las futuras madres y sus familias vieran a sus bebés en el útero, indicó, lo que "vuelve muy difícil... hablar del feto como simplemente un grupo de tejido o una colección de células".