Eduardo José Florián le agradece a la vida por darle una segunda oportunidad, estuvo al borde de la muerte luego de que unos desconocidos lo apuñalaran en el cuello, el mentón, el brazo izquierdo y el estómago, esta última herida fue la más grave.
Aunque el hombre sobrevivió al feroz ataque, tras varias semanas internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Erasmo Meoz, aún no hay rastros sobre los responsables del hecho.
Los familiares no han recibido noticias de parte de los investigadores judiciales que asumieron ese caso, ocurrido entre la noche del sábado 13 de noviembre de 2022.
Y es que la hora exacta en la que ocurrió el hecho aún es un misterio, pues la víctima no recuerda cómo fue abordada por los dos violentos, ni cómo terminó gravemente herido y tirado cerca de unas casas, en la invasión Brisas del Sol, por el barrio Las Coralinas, donde él vive.
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Por eso la familia le pide a las autoridades que no olviden el caso y que avancen en la investigación para capturar a los responsables del hecho violento que casi cobra la vida de su ser querido.
Salió a tomarse unas cervezas
Eduardo Florián, de 54 años, oriundo de Bolívar, salió de su vivienda ese sábado a las 7:00 p. m., para tomarse unas cervezas en un pool, en la avenida 5 con calle 3AN, de Las Coralinas.
Lo que iba a ser un buen rato para el albañil, acabó en momentos de preocupación, cuando el reloj marcaba las 7:00 a. m. del domingo un familiar recibió una llamada desde el celular de la víctima.
Al contestar, notó que era la voz de otra persona, quien les avisaba que habían encontrado a Eduardo gravemente herido y tirado cerca de unas casas en Brisas del Sol.
“Nosotros pasamos esa noche esperándolo, pero no llegaba, pues nosotros sabemos que él tomaba hasta temprano y llegaba para dormir, ese fin de semana no fue así. Es duro recordarlo porque estuvimos a poco de perderlo”, dijo una familiar.
En ese momento las autoridades descartaron que el hecho se fuera dado por robar a Eduardo Florián, pues cuando lo encontraron él tenía su celular, cartera y reloj. Aún no está claro qué fue lo que sucedió esa noche.
No recuerda quienes lo atacaron
El regreso de Florián a su vivienda, en diciembre, fue un motivo de alegría para todos, pues ese ‘mal rato’ había terminado.
“Nosotros lo recibimos con alegría, pues ya esas largas noches cuidándolo en la clínica, pendientes del celular que no nos dieran una mala noticia sobre su salud, era del pasado. Todo resultó bien, pero falta que las autoridades capturen a los responsables”, explicó un familiar.
En la mente de Eduardo es como si esos momentos de miedo cuando lo atacaron no existieran, según se conoció, aunque trata de recordar el minuto a minuto desde que salió de su casa, no visualiza en qué instante lo abordaron y lo apuñalaron.
El hombre solo recuerda que salió de su casa a tomarse unas cervezas y, al otro día, amaneció tirado en esa invasión con las heridas en diferentes partes de su cuerpo.
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