Los homicidios en contra de las mujeres no paran en Norte de Santander. En lo corrido de este año han sido asesinadas 27 mujeres.

La situación más preocupante, y que debe llamar la atención de las autoridades civiles y de la Fuerza Pública, se da en Tibú, donde el número de muertes es el más alto del departamento y las acciones por frenar estos ataques son casi nulas.

A un mes y cinco días de la muerte de Esperanza Navas, quien era la fiscal primera de Tibú, la noche del miércoles los violentos volvieron a intimidar y le arrebataron la vida a una mujer, quien hasta el cierre de esta edición no había sido identificada.

A las 9:30 de la noche, los moradores de la vía que comunica a los corregimientos Orú (Tarra) y Paccelli (Tibú) reportaron la muerte de una mujer, que no sobrepasa los 30 años.

Su cuerpo quedó tendido bocarriba y con al menos ocho impactos de bala. Estaba vestida con una camisa transparente negra, que dejaba ver que llevaba puesto un sostén verde, además tenía sudadera negra y portaba botas pantaneras.

Según se conoció, por la cercanía a El Tarra, el personal de una funeraria de ese municipio se encargó de hacer el levantamiento del cadáver.

Aunque algunos habitantes señalaron que el cadáver quedó en suelo tibuyano, las autoridades han sido insistentes en que el cuerpo estaba en zona de El Tarra.

Situación preocupante

Este hecho hace parte de una oleada de crímenes en contra de las mujeres en Norte de Santander, especialmente en zonas donde los grupos armados ilegales imponen sus leyes, y donde ninguna autoridad se atreve a ir.

Desde abril hasta la fecha, en Tibú se han registrado casi la mitad de homicidios de mujeres de todo el departamento, pues aunque las autoridades no lo quieren reconocer, en esta población han matado a 11 de ellas.

Además, se ha podido establecer que desde que se inició esta racha de crímenes, 19 mujeres y un integrante de la comunidad LGBTI tuvieron que salir huyendo de ese municipio, que está a menos de tres horas de Cúcuta.

Y todo por cuenta de las amenazas que han hecho unos presuntos miembros de la disidencia del frente 33 de las Farc.

Una fuente cercana a esta situación aseguró que los homicidios y las amenazas han sido sistemáticas. “Las mujeres que han logrado huir cuentan que les llegaron dos hombres, con cascos cerrados y armados, diciéndoles que les dan 24 horas para irse de Tibú, porque si no las van a matar”.

Añadió: “lo peor de todo es que a una de ellas le violaron a su hija y esta es la hora que no se sabe en qué van las investigaciones. Ni la Fiscalía ni la Policía quieren hablar de eso. Queda comprobado que en Tibú quienes mandan son los grupos armados ilegales”.

Algunas organizaciones defensoras de derechos humanos también se han quejado porque a pesar de que muchos asesinatos han sido en el casco urbano, las autoridades no hacen la inspección técnica a cadáver, cuestionando que ante eso, las investigaciones jamás darán un resultado.

Sin embargo, las autoridades han asegurado que dos homicidios de estas mujeres han sido ordenados por dos jefes de las disidencias.

Mataron a un hombre

Ayer, en la mañana, en Tibú asesinaron a un hombre y el cuerpo fue hallado en una zona desolada.

La víctima fue identificada como Jeorje Anderson Mayorga Méndez, de 26 años, quien habría sido sacado a la fuerza de un sepelio en el que estaba el miércoles.

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